América Móvil, AT&T y Telefónica son los tres grandes concesionarios de telefonía móvil de México. Sin embargo, existe un cuarto jugador que obtuvo la concesión del IFT el año pasado para llevar servicios de telefonía móvil a comunidades indígenas de la zona sur del país.
Telecomunicaciones Indígenas Comunitarias es una iniciativa mexicana que actualmente provee de acceso a telefonía móvil a más de 3,000 personas en 15 comunidades de Oaxaca.
“La concesión se nos otorgó inicialmente como ‘experimental’ por dos años y gracias al éxito que tuvimos en las comunidades, el año pasado se aumentó a 30 años”, explica Ruth Orozco, directora de la iniciativa, en entrevista con Expansión.
Con la extensión, la idea es que apoyen a más comunidades de Oaxaca, así como llegar a Puebla, Veracruz, Guerrero y Chiapas , donde se encuentran las comunidades más marginadas del país.
En 2017, participaron en el desafío Google.org, donde resultaron uno de los 15 finalistas de los 2,300 proyectos que participaron en 5 países de América Latina, lo que les hizo acreedores de 350,000 dólares y asesoría de los trabajadores de Google para lograr su meta.
¿Cómo operan?
Las comunidades que trabajan con la asociación se convierten en socias de la misma, lo que las hace acreedoras de una parte del espectro de telefonía.
“Las comunidades son las dueñas del espectro, trabajan a través de un sistema de cargos elegidos vía asamblea en los que no hay salario”, explica Orozco.
La asociación se encarga de la instalación de una radio base en la comunidad para llamadas móviles, así como el soporte técnico y legal. La comunidad, por su parte, decide las cuestiones administrativas, incluidos los costos de llamadas no locales.
“Cuando decimos que beneficiamos a 3,000 personas, en realidad ese es solo el número directo, porque sus familiares en otros lugares también se ven beneficiados de poder comunicarse con ellos de forma más directa”, puntualiza Orozco.
Las comunidades participantes suelen encontrarse en espacios poco accesibles, a los que a las compañías no les conviene llegar porque no hay suficientes usuarios.
A futuro, están explorando la idea de hacer pruebas con telefonía satélital y conseguir acceso a internet, así como exportar la idea a otros países de la región (en Nigeria existe un proyecto similar que trabaja en alianza con el mexicano).