Nadie mejor que su abuela para saber de lo que era capaz Itzel Nayeli García Montaño, “la Degolladora”. Fue ella quien abrió las puertas de su casa para que agentes revisarán las pertenencias de su nieta y después habló con la Policía para que fuera capturada.
A “la Degolladora“ se le imputan dos asesinatos y siete intentos de homicidio. El consumo de solventes y el trauma de haber quedado estéril a los 17 años tras sufrir un aborto, provocaron que la joven ahora de 20 años se convirtiera en una mujer violenta.
De acuerdo con La Razón, Itzel golpeó en alguna ocasión, bajo los influjos de las drogas, a su abuela. Hace un par de semanas, la señora dejó entrar a los agentes de la PGJEM para que hicieran una revisión de las pertenencias de su nieta, quien había escapado previamente.
Fue durante esa revisión, que la cara de la agresora comenzó a tomar forma: un par de tenis color rosa y una chamarra morada fueron reconocidas por al menos dos víctimas. Las sospechas de los oficiales se hicieron realidad. Un señalamiento más fue el de su pareja.
El cuarto reconocimiento fue hecho por parte de un vendedor de dulces que trabajó con ella en el Metro, a quien también agredió cuando éste le exigió hacer un pago para continuar en las instalaciones de este sistema de transporte.
El jueves pasado, día que la detuvieron, Itzel regresó a casa de su abuela. De inmediato, llamó a la Policía. Intentó escaparse y brincó una barda, pero los policías la arrestaron y trasladaron al Ministerio Público. Hoy se encuentra recluida en el penal de Neza-Bordo.
Sobre “la Degolladora” de Chimalhuacán pesan tres órdenes de aprehensión: una por homicidio y dos más por intento de homicidio; aunque se espera que más víctimas realicen su acusación.
