La presencia del Ejercito mexicano, garante de seguridad y confianza para la población, más aún cuando sus altos mandos coordinan sus acciones de seguridad con elementos de policía federal, estatal y municipal, soslayando intereses de subordinación, se han unificado con el solo objetivo de combatir a la delincuencia, y proporcionar tranquilidad a la sociedad en su conjunto.

Con la figura de las fuerzas armadas federales y estatales, en esta jurisdicción, se manifiesta, el esfuerzo del Arquitecto Ramón Montalvo Hernández, presidente municipal Constitucional de Valle de Chalco Solidaridad, quien públicamente a subrayado su agradecimiento, a Enrique Peña Nieto, y ha Eruviel Ávila Villegas, presidente de la República mexicana y gobernador del Estado de México, respectivamente, por la respuesta favorable, a su atención, de apoyo para proteger a la población vallechalquense.

El jefe de gobierno Montalvo Hernández, dando respuesta a la designación de sostén por parte de los mandatarios, y con la finalidad de constatar, la estancia de elementos dependientes de la Secretaría de la Defensa Nacional. SEDENA, principalmente, sea lo más cómoda posible, en el inmueble ubicado en el área del deportivo Luís Donaldo Colosio, se reunió con el teniente Armando Velázquez, mando superior de la fuerza de reacción inmediata mixta FRIM. Eslabón del Ejercito mexicano.

La reunión tuvo, como motivo primordial, recorrer y supervisar, que el inmueble designado, sea el espacio adecuado para el acantonamiento de los militares, quienes cuentan con servicios de luz y agua potable, drenaje operativo y funcional, iluminación adecuada, baños y utensilios para su aseo personal, además de espacio para sus prácticas físico-atléticas, y adiestramiento castrense.

Luego del dialogo amistoso entre el ejecutivo Montalvo Hernández y el teniente armando Velázquez, el oficial militar acentuó su compromiso conjunto con sus subalternos, de continuar llevando a cabo, a la par de las fuerzas de seguridad locales, estatales y federales, en un solo frente combatir sin dar cuartel al crimen organizado, demandando a la población su colaboración para ejecutar con mayor eficacia su tarea encomendada en bien de la sociedad, y así cumplir con excelencia el encargo de sus superiores.