Los recientes atentados en al Mexibús en Ecatepec, reflejan que las sectas aunque pocas veces den a conocer hechos relevantes y se hagan presentes a través de situaciones que causan terror a la población, su existencia es real aunque muchos quieran negarlo.

El pretexto puede ser cualquiera, la salvación divina, el fin del mundo, los presagios anunciados del señor o defender al pueblo de las fechorías de sus gobernantes, cualquier pretexto es bueno para hacerse presentes y mostrar su doctrina como símbolo de verdad y autoridad sobre la faz de la tierra.

En el libro “Creíamos que Éramos los Elegidos”, publicado por Flores Editores y distribuido en las librerías Porrúa, El Sótano y Gandhi narró hechos verídicos ocurridos hace 29 años en Netzahualcóyotl, en la colonia Juárez Pantitlán, el cómo un sacerdote que decía ser católico de La Nueva Jerualén mediante amenazas obligaba a adolescentes a tener relaciones sexuales y manejaba sus mentes para hacer lo que él quería.

Supuestas videncias, azotes por desobediencias en contra de Mamá Salomé, La Virgen María, La Virgen del Rosario y Jesucristo, entre otros personajes divinos eran las causas de que a los chicos les iría mal en su vida cotidiana sino hacían lo que Concepción les decía.

Hace tres años aproximadamente hay que recordar que una madre adoradora de la Santa Muerte le sacó con una cuchara a su hijo en Ciudad Nezahualcóyotl, por lo que estos son algunos hechos de los que debe estar atento el gobernador Eruviel Ávila, sin descartar al Jefe de Gobierno del DF Miguel Ángel Mancera, sobre todo porque son municipios colindantes y mutua afluencia de gente.

Habría que hacer una investigación de cuáles son los tipos de grupos sectarios político o religioso que existen en todo México y evitar que con ello se presenten graves problemas de muertes o suicidios colectivos.