Luego de las declaraciones realizadas el pasado 2 de abril por la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México respecto de abastecer de agua a la capital del país, a través de un Sistema de Potabilización y circuito de agua potable que suministre 500 litros de agua por segundo desde la Presa Madín, Ingrid Schemelensky, Diputada Local presentó al Pleno de la LX Legislatura el punto de acuerdo de urgente y obvia resolución, que exhorta al Gobierno Federal, así como al Gobierno del Estado de México para que garanticen el derecho de acceso al agua a los mexiquenses de la zona del valle de México; brinden un informe detallado respecto a la sustentabilidad del proyecto, a fin de que no se afecten la vida y los ecosistemas de un lugar que se ha cuidado y protegido por los mismos habitantes desde hace mucho tiempo y; destinen los recursos presupuestales suficientes para habilitar la infraestructura de la Presa San Juan, ubicada dentro de la reserva de los Ciervos en el municipio de Atizapán de Zaragoza, la cual, funciona como reguladora de los escurrimientos, y a la fecha, presenta daños en su estructura, la cual, debe funcionar adecuadamente para evitar posibles desbordes y permitir una correcta captación de agua.
Durante su intervención, Schemelensky Castro declaró que conscientes de la necesidad de aumentar la cantidad de agua para la Ciudad de México, pero también, teniendo presente, que en los últimos años se ha tenido un bajo nivel de captación de agua por parte de las presas en el Estado de México; entre ellas, la Presa Madín, ubicada en Atizapán de Zaragoza, esto debido a que el 2020 fue uno de los años con menos lluvia de acuerdo al monitoreo que realiza la propia CONAGUA, destacó que el proyecto anunciado, puede generar afectaciones graves al entorno de Presa Madín.
A lo anterior explicó, tendría como primer punto la afectación al equilibrio de los ecosistemas dentro y fuera de la presa, debido a que la disminución extrema de agua principalmente en la temporada de sequía, impactará la vida y desarrollo de los seres vivos, que difícilmente subsistirán. Sobre todo, porque se pretende que brinde agua de manera constante y no solo por temporadas.
Por otro lado puntualizó que otro de los principales problemas que se podría enfrentar, es la disminución en la cantidad de agua para los habitantes de la zona, el cual, se sumaría al desabasto que se tiene en el municipio de Atizapán de Zaragoza, de donde es originaria, esto debido a la disminución del líquido proveniente del sistema Cutzamala.
Destacó que en la actualidad, se está repartiendo agua a las viviendas a través de pipas y tandeo en las colonias ocasionando que el agua solo llegue en muy poca cantidad y algunos días a la semana.
Así también, la legisladora panista manifestó que se debe tener presente que no se ha dado solución al problema de contaminación que se ha identificado en la presa, si bien es cierto que se logró recuperar la presa del lirio acuático que la cubría, a la fecha persisten varios tipos de contaminantes.
“Por ejemplo, de acuerdo a diversas investigaciones que se han realizado a la presa por parte de instituciones, como el Instituto Politécnico Nacional, se ha determinado que contiene aluminio en concentraciones que incluso, rebasan las permisibles para la protección de la vida acuática. También se encontraron muchos contaminantes emergentes, llamados así, porque no fue sino hasta hace muy poco que empezaron a ser considerados perjudiciales, como los restos de fármacos y los residuos de productos de higiene personal y limpieza, por lo que en las aguas de este lugar, se puede encontrar naproxeno, diclofenaco, paracetamol, restos de bloqueadores solares, entre muchos otros más” agregó.
Por último externó que organizaciones como la Comisión de Cuenca de Presa Madín, ha explicado que para aumentar la cantidad de agua para el Valle de México desde la Presa, es necesario, no solo una planta potabilizadora, se requiere una reingeniería en el proceso de potabilización, construcción de plantas tratadoras en las descargas directas a la presa, instalación de humedales y un proceso de ordenamiento ecológico de la cuenca de la presa Madín. “De no hacerlo, no se estaría solucionando el problema de fondo, más bien, solo se aplazaría el problema de falta de agua; que con el paso del tiempo se agudizaría aún más, afectando a las dos entidades”, puntualizó.