Estos supuestos “profesionistas” no tiene cédula profesional, o pero aún, en muchos casos ni siquiera sabe de leyes
¿Sabes qué es un coyote y cómo es su vida? No nos referimos a un animal, sino a aquella persona que se dice abogado pero no tiene cédula profesional, o pero aún, en muchos casos ni siquiera sabe de leyes, simplemente “caza” a las víctimas y las estafa haciéndoles creer que les ayudará con sus problemas legales.
En Letra Roja platicamos con Alberto Andrade, un señor de aproximadamente 40 años, quien se acercó a ofrecer sus “servicios” en La Junta Local de Conciliación y Arbitraje de la Ciudad de México.
Aproximadamente a las once de la mañana asistimos al lugar, donde se dan cita aquellas personas que tienen conflictos laborales.
Andrade estaba afuera de las instalaciones y preguntó cuál era el problema; luego de contarle que me despidieron de un banco y que no sabía qué hacer. Él dijo que podía ayudarme ¿cómo? me aseguró que conocía personal que trabajaba dentro de la Junta y si yo presentaba una demanda, se encargaría de acelerar mi proceso, pues había gente que pasaba más de tres años en espera de una resolución.
“Una vez que salga tu demanda-obvio a tu favor, guiñó el ojo- sólo tendrás que darme un 45% de lo que te toque, ya verás que te van a dar más de 50 mil pesos”, aseguró sin preguntarme más detalles al respecto de mi caso.
Fui directa y le pregunté ¿cómo lo lograríamos? Él se sinceró y dijo: “llevó más de diez años ganando casos, ya me conocen aquí”.
Al cuestionarlo cuánto cobraría por la asesoría me dijo que sólo le diera 300 pesos, porque “le había caído bien”. Sin embargo ese tipo de consultas son gratuitas dentro de la dependencia legal y los defensores públicos tienen la tarea de contestar tus preguntas y ofrecer asesorías sin costo.
Le dije que aceptaría, pero por el momento no llevaba dinero así que acordamos vernos al siguiente día. La mayoría de abogados dan su tarjeta de presentación sin embargo Andrade me dio su teléfono y dijo que quedaba atento a mi llamada para iniciar con el “proceso”.
Aunque el señor era bueno para envolver a las personas con su discurso, se notaba que no tenía un amplio conocimiento legal, pues sólo se dedicó a establecer sus tarifas y asegurar que ganaría “mi caso” sin conocer más de mi situación. Me dio un apretón de manos y se alejó rápidamente al observar que un policía de la Junta se acercó a nosotros.
En Letra Roja te exhortamos a que no te dejes engañar por este tipo de personajes que sólo se dedican a estafar a las personas. Si tienes algún problema legal, primero establece en qué materia y una vez identificada la rama acércate a las dependencias institucionales, donde cuentan con asesores públicos que te pueden ayudar de manera gratuita. O bien, si piensas contratar un abogado asegúrate que tenga cédula profesional e investiga que casos ha llevado, pues en la actualidad existe transparencia e información. ¡Qué no te sorprenda un coyote!