La violencia de género que culmina en el feminicidio ha llegado a grados de tortura. En las últimas fechas es cada vez más común hallar los cuerpos de las mujeres con signos, no solo de golpes, estrangulamiento o apulañamiento, sino también de lesiones infringidas con fuego o agua hirviendo.

La falta de eficacia de las autoridades o su omisión o bien la intención de ocultar el hecho de que se trata de un crimen vinculado a la violencia de género, los lleva a hacer funciones de Ministerio Público.

El día de ayer el foro de Los rostros de la impunidad: Violencia feminicida en la Ciudad de México fue el espacio para que los casos de jóvenes asesinadas, de entre 20 y 36 años, todas por sus parejas sentimentales relatarán el tortuoso camino que emprenden para que la procuraduría general de justicia  (PGJ) capitalina investigue con perspectiva de género.

En lo que va del año se han registrado 101 casos de enero a junio tan solo en La Ciudad de México, 12 probables responsables han sido detenidos y 49% de los homicidios de mujeres se investigan bajo el tipo penal.