La redacción de Letra Roja continúa con las narraciones en primera persona de aquellos que viajan en el transporte público.
Viajar en Metro… en primera persona
La inseguridad en el transporte público se ha mostrado más frecuente por lo que tomo ciertas medidas de seguridad para tener un viaje tranquilo.
Diariamente utilizo el Metro como medio de transporte y las medidas más frecuentes que utilizo son mantener el celular y cartera guardados en la parte inferior de la mochila y colocar encima de estos diversos objetos para que no se pueda tener un fácil acceso a ellos.
Mi bolsa la coloco de modo que el cierre pueda estar hacia en frente, esto para evitar que las personas que se encuentran detrás de mí puedan abrirla y robar mis pertenencias. Si hay tiempo, me muevo hacia la terminal para ir sentada durante el camino o me subo al vagón de las mujeres y si ya de plano no hay lugar mantengo los ojos bien abiertos y evito quedar cerca de las puertas si es que el vagón se encuentra lleno.
Normalmente cuando viajo en el vagón de los hombres trato de mantener mi mochila colgada de manera cruzada debajo de mi espalda para evitar que algún hombre pueda acercarse de más e intento por todas las formas de que el hombre que está detrás de mí esté de espaldas.
Al viajar en combi o microbús, evito sacar celular o audífonos y mantenerlo en modo de silencio y en la bolsa de mi pantalón o en mi chamarra guardo el cambio que utilizaré para pagar el transporte y mi bolsa la coloco a un costado o en mis piernas.
Como una mejor medida de seguridad utilizo una cartera en la que puedo guardar mi celular, dinero y tarjetas y trato de esconderla en mi ropa para evitar que saquen mis pertenencias de mi bolsa o mochila.