Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana, mejor conocida como ‘Sor Juana Inés de la Cruz’ fue una mujer que desbordaba talento desde niña. Nació en Nepantla, Nueva España, en 1651, en un tiempo donde existía una cultura muy machista y dominada por la moral católica, sin espacio alguno para el feminismo y la libertad sexual.

En el tiempo de Sor Juana, las universidades eran exclusivas para los hombres, por lo que se le negó el ingreso a la universidad. Entonces se hizo monja para poder dedicarse al conocimiento, llegando a ser una de las escritoras y poetas más celebre del Siglo de Oro español.

Dentro del convento religioso, Sor Juana convirtió su celda en un salón de reuniones, la cual era visitada por la élite intelectual de la Nueva España. Entre los visitantes estaba la condesa de Paredes, María Luisa Gonzaga Manrique de Lara, Virreina de México.

Las dos mujeres se hicieron amigas muy cercanas, incluso se sospecha que mantenían una relación lésbica. María Luisa inspiró a Sor Juana para escribir algunos de sus poemas más apasionados.

A propósito de este romance, el libro llamado “Un amar ardiente: Poemas a la Virreina”, recopila los poemas más íntimos de ésta relación. Será lanzado la próxima semana por la editorial Flores Raras, bajo la coordinación de Sergio Téllez-Pon, quién además, fue el compilador de la antología poética.

“Muchos estudiosos y aficionados de la obra de sor Juana han coincidido en que la relación entre la monja y la virreina fue más allá del «incienso palaciego» pero solo algunos se han dedicado a reunir o a publicar los poemas como testimonios de esa relación” escribe Téllez- Pon en la introducción.