Ante la falta de garantías por preservar la seguridad de las personas se opta por el principio de la justicia por mano propia, siendo la ineficacia en la impartición de justicia la causa principal de que se den los linchamientos a presuntos delincuentes.
Así lo indicó el Sociólogo y profesor de Ciencias Políticas y Sociales de la UAEM, José Javier Niño Martínez, quien aseguró que esta es la razón por la cual se siguen suscitando este tipo de prácticas colectivas en pleno siglo XXI, por lo que el reto para las instituciones de justicia es garantizar confianza en torno a los procesos jurídicos y a las prácticas policiacas.
Explicó que en años recientes se ha ido construyendo un clima de miedo entre la sociedad a cierto tipo de delitos, por lo que una de las tendencias entre los linchamientos son bajo el argumento de que eran secuestradores o violadores, es decir, delitos que tienen un efecto moral más importante entre los grupos sociales y que a juzgar de la gente merecen pagar sin importar las consecuencias.
El catedrático de la máxima casa de estudios en la entidad mexiquense comentó a nuestro medio de comunicación que existe en la ciudadanía un sentimiento de impunidad en donde el argumento es “no se lo damos a la policía porque los sueltan y son cómplices”.
Los casos de linchamiento, dijo, son motivo para cuestionar el ejercicio de los elementos policíacos, La policía debe estar preparada para mediar estos conflictos y estos actos exhiben la poca preparación policíaca de negociar en situaciones de tensión.
Detalló que existe una crisis en la impartición de justicia, ya que si los principios de ésta fueran creíbles y confiables la gente no tendría que hacer justicia por sí sola. “Los hechos de linchamientos desparecerán cuando los procesos jurídicos lleven a los criminales a cumplir sentencia y cuando el estado sea capaz de prevenir el delito y castigar a los culpables”, afirmó.
José Martínez reprimió los linchamientos pues son una forma de justificar cualquier expresión de violencia, además que no resuelve el problema; sin embargo, señaló que es una forma de presionar a las instituciones de justicia para que haya una acción policíaca más eficiente.
La realidad es que vivimos en un entorno caracterizado por la falta de justicia, donde prevalece la poca efectividad de las autoridades, así como una crisis de confianza de la sociedad con sus instituciones, en especial las de justicia y los partidos políticos.
FUENTE : ALFA DIARIO
