La gran mayoría de las veces, esos insectos patones y escurridizos que conocemos como arañas, son recibidos con desagrado, asco y miedo, sobre todo si la persona en cuestión es aracnofóbica, como fue el caso de un hombre en Sydney que causó tremendo alboroto a causa de una “amiga” peluda que incluso requirió la presencia de la policía.

Resulta que el departamento de policía del suburbio de Wollstonecraft, en Sydney, recibió numerosas llamadas relacionadas con lo que parecía ser un caso de violencia doméstica, pues los vecinos reportaban que una mujer gritaba de manera histérica y un hombre bramaba: “¡Voy a matarte, estás muerta! ¡Muere, muere!”

Escuchaban que diversos muebles eran arrojados a través de la vivienda, por lo que un grupo de agentes se trasladó a la zona y comenzaron a aporrear la puerta. Cuando el hombre abrió, respiraba agitadamente y se le veía ruborizado.

Uno de los agentes le preguntó por su esposa o su novia, pero en ambas ocasiones el dueño de la casa respondió que no tenía y que vivía solo. Ante la presión del oficial, finalmente llegó la confesión: “era una araña. Una muy grande”.

Incrédulo, el policía cuestionó acerca de los gritos de una mujer, pero nuevamente el hombre sorprendió con su declaración: “Lo siento, ese era yo. De verdad, odio a las arañas”.

No convencidos, registraron la casa, pero el único cuerpo que encontraron fue el del mencionada arácnido. El hombre entró en pánico tras verla y comenzó a perseguirla por toda la casa con una lata de insecticida, hasta que logró asesinarla.

El relato publicado en el perfil de Facebook de la policía de Harbourside finaliza contando cómo tras descubrir el cadáver, los policías se atacaron de risa y finalmente se fueron.

Con información de The Guardian.