La diputada federal de Morena, Delfina Gómez Álvarez, consideró que la cúpula del PRI puso al ex gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila, como dirigente de ese partido en la Ciudad de México “no por su capacidad política o por su gestión en la entidad, sino por su falta de escrúpulos para usar la guerra sucia” en los procesos electorales.
Es evidente que ese partido solo es competitivo cuando utiliza el reparto de dádivas o de programas sociales de gobierno y recurre al engaño para convencer a la gente pobre. “Pero en la Ciudad de México la calidad de vida es distinta a la del Estado de México y no va a conseguir votos por despensas ni tendrá a las instituciones electorales a su servicio”.
La ex candidata a gobernadora del Edomex recordó lo sucedido en las elecciones pasadas, en las que predominaron los ataques infundados en su contra, una “campaña negra” instrumentada desde el gobierno federal y estatal, así como el reparto de dinero y de programas para la compra del voto. “Esa es la manera competitiva de hacer política de los priístas y de Eruviel Ávila”, afirmó.
Aunque consideró que es un castigo para Eruviel Ávila ser confinado a la dirigencia del tricolor en la capital del país, parece que buscan mostrar dicha imposición cómo un premio, cuando el ex gobernador dejó a la entidad con la deuda más alta del país y destrozados los sectores educativo y de salud.
Puso de ejemplo Ecatepec, donde fue presidente municipal en dos ocasiones y siendo gobernador diversas instancias internacionales calificaron a este municipio cómo uno de los peores sitios para vivir en México, al ocupar los primeros sitios en niveles de delincuencia, feminicidios, pobreza y severa problemática de movilidad urbana.