Roberto Durán es considerado uno de los boxeadores más imponentes del siglo XX, su apodo da muestra de lo poderoso que era dentro del cuadrilátero, “Mano de Piedra“.
Su vida goza de variadas anécdotas, dentro del ring como también por fuera del mismo, como aquella vez que se negó a darle la mano al líder cubano Fidel Castro. O cuando apostó dinero para noquear a un caballo.