Menonitas dejan México no sólo por el agua: el Estado Mexicano los abandonó

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No sólo es el agua… La comunidad menonita que habita en México desde más de 90 años ha comenzado a abandonar el país por la falta de apoyo al campo del Gobierno de Chihuahua y las carencias que le imponen altas tarifas federales. Aquí, dicen, no ven futuro para sus actividades productivas y para el de sus familias.

El diario estadounidense The New York Times lo dejó claro en días pasados: Chihuahua atraviesa por una crisis de escasez de agua que ha complicado las actividades agrícolas y ganaderas de la región y, por ello, la comunidad menonita ha comenzado a buscar nuevos destinos para desarrollar, de nueva cuenta, su sistema productivo. Sin embargo, la falta de agua no es el único problema: en los últimos años el escenario ha empeorado por el constante aumento en los precios de combustibles, fertilizantes y electricidad, lo que también ha impactado negativamente el precio de sus productos y sus ganancias.

Algunos miembros de la comunidad, que además promueve como principios básicos la paz y la reconciliación, esperan alguna respuesta por parte de los tres niveles de gobierno. La exigencia es sólo una: quieren recibir los apoyos a los que todo agricultor en México tiene derecho y a los que ellos, durante décadas, no han tenido acceso.

En días anteriores, la Consultoría Ambiental Agropecuaria Forestal y Financiera (CAAFF), despacho encargado de llevar el caso de algunas comunidades menonitas, ha solicitado un diálogo presencial con Enrique Ochoa Reza, director general de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), y con Roberto Ramírez, director de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), para tratar los conflictos de electrificación de sus pozos agrícolas, que son además los motores de su actividad central.

Las comunidades buscan explicarles de viva voz lo que están viviendo a diario y la situación que los lleva ahora a buscar otro país, ya que de la electricidad esos pozos depende la realización de sus actividades agrícolas y ganaderas.

En lo que respecta a unas comunidades, el destino que se han planteado es Colombia. Incluso la consultoría encargada de la defensa, ya ha elaborado un documento que ha sido presentado a la Embajada de Colombia en México y al Ministro de Agricultura de aquel país en el que se explica quiénes son los menonitas y lo que han realizado tanto en Chihuahua como en México y solicitan que los diferentes órdenes de gobierno analicen la factibilidad económica, política y social de las peticiones que presentaron.

Desde su llegada a México en 1922, la comunidad menonita ha demostrado su capacidad para ser autosuficiente. Ha desarrollado casi en su totalidad varias cadenas de producción, lo que incrementa la eficacia éstas e incrementa las ganancias finales; tienen organizaciones crediticias a partir de las cuales pueden acceder a cajas de ahorro, préstamos, fondos de aseguramiento agropecuario y cuentan con consultorías que les ofrecen asesorías administrativas y fiscales.

Eso es parte de lo que se ha negociado con las autoridades colombianas, que de aceptar la llegada de esta comunidad, aumentaría la producción y productividad de la actividad agrícola de los departamentos de Meta y Sucre, generando un impacto positivo tanto en el mercad local, como a nivel estatal y nacional.

“También se puede lograr una mejora en la calidad de vida de la población en su conjunto por la creación de empleos y la generación de más productos  agrícolas y de mayor calidad. Todo esto, generando también una derrama económica”, puede leerse en el documento que presentó CAAFF.

COMUNIDAD SIN RECONOCIMIENTO

PROMO-menonitas

De acuerdo con María Dolores Ortiz Huerta, representante legal de la comunidad menonita, parte del problema surge porque las autoridades parecen no reconocer la importancia de esta población conformada por 70 mil personas, de las cuales 50 mil habitan en Chihuahua.

“Ellos son una parte importantísima en la economía del estado. Son parte importante en la producción de algodón y de maíz y se les debe reconocer”, dijo en entrevista para este medio digital.

Agregó que algunos aún tienen la esperanza de que las condiciones en el país, para ellos, mejoren, que las autoridades hagan algo, “es una comunidad muy trabajadora y se le debe dar la oportunidad para que sigan trabajando, pero parece que eso no se tomando en cuenta”.

Juan Klassen integrante y representante de la colonia menonita El Camello, explicó a SinEmbargo que es el conjunto de estos factores lo que los obliga a dejar el país.

“Primero tenemos que abrir terrenos para riego y es muy difícil. Por ejemplo, para hacer un pozo, primero los permisos son muy latosos para conseguirse y muy tardados. Segundo, los trámites de la CFE también son muy tardados y realmente, el servicio que nos brindan no es bueno. Sucede que si uno empieza a invertir en un terreno y tardamos entre tres y hasta cinco años para hacerlo producir, no se puede porque a diario salen gastos y al final tenemos que ver la manera en cómo salir adelante, porque aparte los granos están demasiado bajos de precio. Todo eso es lo que provoca es que veamos las condiciones de otros países”, comentó.

 

La salida de los menonitas del país, podría traer serios problemas en un contexto de crisis alimentaria que organismos internacionales estiman se recrudecerá en los próximos 40 años.

Las proyecciones de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) sugieren que para el año 2050 la producción agrícola, a nivel mundial, deberá aumentar un 70 por ciento –y cerca del 100 por ciento en los países en desarrollo– solamente para satisfacer las necesidades alimentarias, excluyendo la demanda adicional de productos agrícolas como materia prima para la producción de biocombustibles.

 

Con base en esto, el documento presentado a las autoridades colombianas expresa lo siguiente: “De llevarse a cabo la aprobación del gobierno de Colombia de la entrada de este grupo de menonitas a dicho país, el sector agropecuario se verá sustancialmente beneficiado”.

Como lo explicó Klassen, el problema con el agua es que es muy costosa por lo costosa que es también la electricidad.

“Lo que queremos es una buena tarifa, lo que es viable para la agricultura. Que nos apoyen con los fertilizantes, los combustibles y apoyo con equipamiento para riego […] La agricultura en Colombia nos interesa, cualquier cosa se da allá. El futuro se ve bien allá; en México, así como están las cosas, no”, expuso.

LA IMPORTANCIA DE LA COMUNIDAD

Miembros de la comunidad menonita en México. Foto: Cuartoscuro

Los menonitas llegaron a México en seis trenes, el 8 de marzo de 1922. Nueve mil 263 personas se distribuyeron en diversos municipios del estado de Chihuahua; llegaron con automóviles, caballos, vacas lecheras, pollos, gansos, cerdos, semillas, maderas y material para construir sus casas.

Actualmente, se estima que en Chihuahua habitan alrededor de 50 mil menonitas, distribuidos en tres zonas, Ojinaga, Nuevo Casas Grandes y Cuauhtémoc. Se trata de una comunidad que ha generado un sinnúmero de conocimientos sobre la agricultura, incluso en zonas improductivas, ya que a través de riego y fertilización reviraron algunos campos de la zona.

Lo que han logrado no es poco. El maíz es el principal cultivo de la región de Cuauhtémoc, seguido del frijol. En El Valle, gran cantidad de superficie es utilizada para la producción de algodón y cuenta con su propia planta despepitadora, lo que crea una cadena de producción-industria.

La colonia El Chapulín incursionó recientemente en la producción de hortalizas como cebolla, melón y chile.

En maíz, los campos de Los Cienes son reconocidos a nivel nacional por los altos índices de rendimiento, que alcanzan las 14 toneladas por hectárea, lo que al año representan 400 mil toneladas y por el algodón, han convertido al Estado en el productor más importante de algodón en el mundo.

Según los datos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) de 2012, en la regiones en las cuales hay comunidades menonitas, la producción de maíz de grano generó ganancias que fueron de los 2 hasta los 61 millones de dólares.

Sólo en 2012, el valor de la producción de maíz de 10 comunidades, fue de 269 millones 551 mil 178 dólares por 895 mil 750 toneladas.

En el caso del algodón, las ganancias que se obtuvieron tras la producción de 318 mil 495 toneladas, fue de 235 millones 471 mil 827 dólares, también en 2012. Para 2013, el valor aumentó casi ocho millones de dólares más.

Trabajaron en la cría de ganado vacuno y porcino, lo que les permitió adentrarse en la producción de embutidos. Posteriormente se enfocaron a la industria lechera y de sus derivados como leche y crema, actividad salva su economía en época de sequía y según lo detalla la consultoría, ésta fuente de ingresos es la más estable y para algunos colonos, es la única. En la región de Cuauhtémoc hay alrededor de 24 queserías que procesan cerca de 300 mil litros de leche al día.

“Ahorita ya hay grupos que compraron terrenos en Brasil, Colombia y Argentina. Ellos ya se van y al ver que les está yendo bien, pues todos tomarán el mismo camino. Mucha gente que estamos establecidos aquí en México estamos esperando una mejora, pero si no llega, vamos a tener que buscar la manera para seguir adelante”, enfatizó Klassen.

Fuente : Sin Embargo

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