En agosto de 2016 la Secretaría de Movilidad de la Ciudad de México (SEMOVI), como parte de una estrategia para promover transportes alternativos como la bicicleta, prohibió a los microbuses circular por el primer cuadro del Centro Histórico. Es decir, los microbuses no pueden circular en ninguna calle junto al Zócalo capitalino. Con esta medida se reubicaron seis rutas, con las 300 unidades correspondientes.

Ningún microbús circula por el circuito que rodea la plancha del Zócalo, ya que los choferes corren el riesgo de que su unidad acabe en el corralón, lo que implica una multa de 80 salarios mínimos, además de mil 200 pesos “para el arrastre”. Sin embargo, lo que ahora está ocurriendo es que los microbuses, siguiendo las nuevas rutas asignadas, están invadiendo los espacios asignados al Metrobús o Trolebús, en calles que son, supuestamente, cero emisiones.

Miguel Barrera, administrador de un derrotero de la Ruta 1, cuenta a Letra Roja que el día 12 de agosto se les asignó una nueva ruta. La ruta implicaba que los microbuses tenían que invadir la vía asignada al trolebús en Eje Central, por lo que el cambio sólo duró dos semanas. “Llevábamos 25 años haciendo el mismo recorrido. Cuando nos cambiaron, hicimos caso, pero parece ser que porque estábamos invadiendo el área de cero emisiones, nos dijeron que volviéramos a hacer el recorrido original.”