Durante 2016, uno de los más importantes anuncios de Microsoft fue la llegada de “Project Scorpio”, nombre en clave de la actualización de su vigente consola de videojuegos, Xbox One.
Desde mediados del año pasado, era escasa la información revelada acerca de la naturaleza del emprendimiento, aunque la compañía proclamó que se trataba de la consola más potente jamás creada. Pues bien, Microsoft finalmente ha decidido compartir una gran cantidad los detalles técnicos de su nuevo dispositivo, tras invitar a Digital Foundry y Eurogamer a conversar sobre su ambicioso proyecto.
En su interior, la revisión de Xbox One cuenta con un CPU con ocho núcleos x86 de 1.4 GHz, mientras que la GPU dispone de una memoria GDDR5 de 12 GB, cuenta con 40 unidades de cómputo Radeon a 1172 MHz y alcanza un rendimiento de 6 teraflops. El disco duro es de 1 TB y 2,5 pulgadas.
Resulta interesante comprobar que los rumores que señalaban que Microsoft venía trabajando con AMD para crear un nuevo SoC (system on a chip) para el equipo, fueran confirmados por la compañía y el resultado son las unidades de cómputo antes citadas.
Microsoft también señaló que Scorpio tendrá un ancho de banda de 326 GB/s y no dependerá de ESRAM para ampliarlo. La RAM, de 12 GB con módulos GDDR5, estará montada en una interfaz de memoria de 384 bits.
A diferencia de PlayStation 4 Pro, que puede reproducir juegos en 4K escalado, Project Scorpio puede correr juegos en 4K nativos sin necesidad de que la tasa de cuadros por segundo se vea afectada, manteniendo estables los 60 fps que promete.
La unidad de lectura óptica será Blu-ray en 4K UHD y Scorpio usará HDMI 2.0 para mantener su tasa de refresco.
Microsoft explicó en términos más sencillos que Project Scorpio será “31% más rápida que Xbox One”.