Tanto la utilización del ejército para cuidar las calles y las modificaciones a la Constitución Política sólo reflejan una ingobernabilidad de las autoridades federales; es un grave error utilizar a los soldados para atacar a la delincuencia común en las zonas conurbadas debido a que sólo es para intimidar a la población y no a los delincuentes ya que los delitos no bajan, afirmó el Catedrático en Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Santos Montes Leal.
La Constitución señala en su artículo 21 que la seguridad de los ciudadanos estará bajo el cargo del estado y municipios, por lo cual se le destinará el recurso económico necesario para atacar este mal, sin embargo en la actualidad siguen implementando el Mando Único. También refiere en su Artículo 129 que en tiempo de paz los soldados deben estar en sus cuarteles y saldrán cuando se vulnere la soberanía nacional; ambos artículos han sido violentados de la Constitución Política.
Es un error de estado pretenden legitimar la investigación y persecución de los delitos comunes a las fuerzas armadas, la intensión es de militarizar al país, el Congreso no debe permitir o seguir con las reformas a la Constitución Política, ya que se llegará a un país totalitario y quienes avalan esta postura serán participes de lo que a futuro se enfrente con los soldados en las calles, abundó el Catedrático.
El país no tiene problemas de soberanía ni estamos en guerra, la presencia de los soldados en la calle no se justifica y mucho menos debe ser utilizado para los delitos comunes “si la delincuencia está rebasada a las autoridades estatales y municipales eso refleja ineficiencia e incapacidad de las fuerzas que combaten la delincuencia común”, afirmó.
La Constitución Política está plenamente diseñada para enfrentar cualquier acto que ponga en riesgo a la ciudadanía y lo único que se debe hacer es someterse a la Constitución Política y no modificarla, si se modifica la Constitución sería es un grave error para el país a futuro, ya que el militarizar las calles da un gobierno totalitario militarizado y se terminará con una República Democrática es decir terminar la paz en el ejército.
Los mandos policiacos no deben recaer en políticos, así como se deben remover los mandos y elegir a los hombres para evitar que los policías no se contaminen para que caigan en corrupción, y así comenzar a atacar la delincuencia.
“La Presencia del Ejército en las calles ya es repudiado por la sociedad, en aquellos sitios dónde está actuando ya hay daños colaterales, como es el caso de Tlatlaya, desaparecidos en Coahuila, en Ayotzinapa, operativos donde intervienen los soldados y ahora detienen a gente por robo de bicicletas o donde venden micheladas delitos que no les competen resolver”, afirmó el Maestro.
Para finalizar comentó que hay declaraciones, mesas, reuniones de Procuradores, altos mandos policiacos y más donde siempre se dice que va a la baja la delincuencia cuando en la realidad es otra; hay una cifra negra que dice que de cada 10 delitos sólo uno se denuncia, es decir las autoridades toman en cuenta las denuncias presentadas y no las que no se denuncian.