Se asocia con daños al sistema nervioso central y provoca irritabilidad, temblores, alteraciones de la vista, de la audición y en huesos, así como debilidad y parálisis.
La presencia del elemento mercurio (Hg) en la contaminación provocará a futuro la enfermedad de Minamata, un mal grave y a menudo mortal, alertó la científica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Rocío García Martínez.
“La enfermedad se asocia con daños al sistema nervioso central y provoca irritabilidad, temblores, alteraciones de la vista, de la audición y en huesos, así como debilidad y parálisis”, explicó la especialista del Centro de Ciencias de la Atmósfera (CCA) de la UNAM.
Las poblaciones más vulnerables son los niños, los ancianos y las mujeres en etapa de gestación, pues este elemento es capaz de atravesar la membrana de la placenta con resultados graves, afirmó la investigadora.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) indicó que los límites permisibles de este elemento son de una parte por millón (1 ppm); sin embargo, la científica encontró que los mineros mexicanos pueden registrar valores hasta tres veces mayores.
El mercurio se le considera como uno de los seis contaminantes más importantes del planeta, por lo que debe ser monitoreado día a día, dijo la especialista, de acuerdo con un comunicado de la UNAM.
La exposición a altos niveles de mercurio metálico, inorgánico u orgánico, pueden ocasionar efectos graste elemento se encuentra presente en tres matrices ambientales (aire, agua y suelo) y en México son pocas las investigaciones para determinar su presencia, las fuentes emisoras y su transporte.
La especialista detalló que el mercurio atmosférico en lugares donde la actividad minera no existe, se debe a los flujos del transporte de las masas de aire, como el viento.
Mientras que la presencia en el aire de mercurio gaseoso (atmosférico) indica la persistente volatilidad del Hg contenido en el agua, los suelos y los sedimentos, siendo problemas locales, regionales y globales.
El contacto con este elemento se da a través de diferentes mecanismos, como el consumo de pescado o vegetales regados con agua contaminada proveniente de la minería, especificó.
Explicó que se planteó la necesidad de llevar a cabo el estudio de mercurio en aerosoles atmosféricos en zonas mineras del Centro de México.