Las obras de remodelación y ampliación del Hangar Presidencial se encuentran en su etapa final y deberán quedar listas en los próximos días para recibir la nueva avión presidencial, el Boeing 787-9, que arribará antes del próximo 31 de diciembre.
Ayer continuaron los trabajos en el lugar, que comprenden la entrada principal, donde se construyeron nuevas instalaciones para el acceso vehicular y peatonal, además del reforzamiento de la barda perimetral. Aquí faltaría colocar las nuevas puertas y derribar la anterior fachada.
En la plataforma ya quedó terminada la estructura armada que resguardará a la aeronave de la serie Dreamliner que fuera adquirida durante la administración federal anterior. Hace unos días se colocaron las compuertas que permitirán el acceso de esta aeronave que tendrá 63 metros de largo por 17 metros de alto y una envergadura de 60 metros.
En el interior, de acuerdo con algunas fuentes consultadas, siguen las labores para la instalación de redes hidráulicas, fibra óptica y telefonía. Además de un pequeño taller.
El edificio de protocolo sólo fue remodelado en su fachada al colocársele unos paneles que permitieran instalar el rótulo de Hangar Presidencial, además del escudo. Ahora, luce adornado con luces navideñas.
La barda perimetral fue elevada por arriba de los 20 metros y se instalaron nuevas cámaras de vigilancia exterior.
Los trabajos en el Hangar Presidencial tuvieron una inversión de cerca de 900 millones de pesos.
Aunque se estimaba que el Boeing 787 de la serie Dreamliner estaría llegando esta misma semana al aeropuerto capitalino, procedente de Estados Unidos, la conclusión de obras en el hangar podría retrasarlo un par de semanas más.
El nuevo avión presidencial podría ser estrenado por Enrique Peña Nieto, en su próxima gira internacional prevista para el 15 y 21 de enero de 2016.
El avión tiene una autonomía de vuelo de hasta 15 mil kilómetros, por lo que podría realizar un vuelo trasatlántico entre México y Europa sin escalas.
