Xitlally Pacheco Sebastián y José Marcos Preciado Luna son pareja. Ella tiene más de 30 años y él 16, pero la edad es lo de menos, dicen algunos; sin embargo, podría ser considerado estupro.
Lo que más le han cuestionado a su relación es que ella era una monja asociada a la congregación católica Hermanas de María con extenso historial en el internado Villa de los Niños en el municipio de Acatlán,Jalisco.
Él es estudiante de bachillerato y juntos tienen un bebé de casi siete meses. Pero su historia parece no ser la única.
Los acosos, amoríos y embarazos clandestinos de las religiosas son tema común entre quienes han estudiado ahí, según lo que cuentan algunos exalumnos.
“Todos nos dábamos cuenta cuando alguien le gustaba a las monjas. A muchos se los llevaban dizque para rezar. Hasta hacíamos apuestas de cuál de ellas era virgen y cuál no”, narra Diego, un testigo.
Y agrega que el acoso se daba de muchas maneras. “A veces nos ponían las nalgas enfrente y se movían de forma rara, trataban de seducir. Las encargadas de cuidarnos, como la hermana Sara (López Arcos), eran de las más lanzadas”, afirma.
Además, agrega que hubo varios embarazos entre las religiosas, quienes trataban de ocultarlo. “Se iban de la escuela, decían que estaban enfermas, pero todos sabíamos que ya habían sacado premio”, asegura.