Cuando no están ayudando a sus hijas a realizar la tarea, se encuentran en labores de emergencia en las que ponen en riesgo su vida.
Se trata de las integrantes del Cuerpo de Bomberos de Atizapán, quienes atienden llamados de auxilio como volcaduras de autos, incendios, fugas de gas, inundaciones, caída de árboles, corto circuitos, retiro de panales, entre otros.
De los 49 integrantes del Cuerpo de Bomberos, cuatro son mujeres que han prestado servicio hasta por veinte años. Todas coinciden en que su familia ha sido una pieza clave para desempeñar esta labor.
Teresita de Jesús Ramírez, de 45 años, comandante y jefa del departamento de Capacitación, recuerda que comenzó a trabajar como operadora de radio a los 19 años en la estación de Huixquilucan.
“Me enfrenté a lo que se enfrentan todos los bomberos, un ambiente de exigencia, tensión, hermandad.
“No por ser mujer tuve trabas, al contrario, desempeñé mis habilidades y tuve la fortuna obtener un registro como instructora para transmitir mis conocimientos a otras mujeres”, dijo Ramírez.
Angélica Rodríguez, de 42 años, empezó como rescatista en la caseta de Tepotzotlán, hace 24 años.
“Fue por invitación de unos amigos, de inmediato supe que era lo mío y me comencé a involucrar”, comentó.
“En definitiva es un trabajo riesgoso, pero más que miedo nos causa alegría poder ayudar a la gente. El sueño de todo bombero es sacar a alguien de las llamas, pero hay muchos más accidentes en los que podemos ayudar”.
Raquel López, de 42 años, fue policía antes que bombera, pero tras un par de años se dio cuenta de que las llamas la atraían más.
“Jamás me imaginé que sería bombero, de niña me venía de pinta con mis amigos y jugábamos cerca de esta estación, pero nunca me pasó por la cabeza que trabajaría aquí, es un ambiente muy agradable porque no hay discriminación.
“Sí me ha dado miedo en ciertos momentos, pero la verdad es que la mayoría de las veces se te olvida, sabes que no eres un espectador, que estás ahí para resolver el problema, bajo esa lógica trabajamos todos”, señaló López.
Todas ellas son madres solteras y, por la dedicación y entrega que muestran todos los días, sus hijas quieren seguir sus pasos.
Con una sonrisa en el rostro, todas aseguran que la decisión la tomarán las pequeñas, sin presión alguna.
Hace dos semanas, 176 bomberas de todo el País recibieron una capacitación en el campo de entrenamiento del Cuerpo de Bomberos de Atizapán.
Fuente: El Reforma