La orca Tilikum habitante de SeaWorld Orlando, famosa después de que asesinara a su entrenadora en 2010 y después de que un documental llamado “Blackfish” pusiera en evidencia el deterioro en la salud de las ballenas al vivir en cautiverio, murió a los 36 años por una infección respiratoria.

En 2013, la cineasta Gabriela Cowperthwaite, estrenó el documental Blackfish, en el cual, reveló el maltrato animal que sufren las orcas y el deterioro de su salud al vivir en cautiverio al servicio del espectáculo y los visitantes de SeaWorld.

La polémica que desató este documental, mermó considerablemente el número de visitantes a esta compañía, la cual terminó por despedir a 300 empleados, además de verse forzada a hacer un cambio en el modelo de negocios, centrado ya en atracciones mecánicas en lugar de en seres vivos.

Además, SeaWorld anunció que terminarán con el programa de cría de orcas, por lo cual, los cetáceos en cautiverio, serán los últimos bajo cuidado humano.

La polémica vida de Tilikum

Durante el último año la salud de la orca se había visto fuertemente deteriorada, y el parque acuático había asegurado que se encontraba ya cerca de la esperanza de vida de las orcas macho.

La vida de la orca, se encuentra ligada a la muerte de Dawn Brancheau, entrenadora que en 2010 fue agredida en pleno espectáculo por la orca y arrastrada hasta el fondo del tanque donde murió asfixiada.

Antes, Tilikum ya había atacado fatalmente a su entrenadora en Canadá y a otro hombre que apareció muerto sobre la espalda del animal tras entrar al tanque de la orca de noche.

Sin embargo, no fue hasta la salida de “Blackfish” que sectores más amplios de la población conocieron las precarias condiciones en que viven los animales que mantienen en cautiverio los parques acuáticos.