El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que el fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, entregará 260 millones de pesos en alhajas que fueron confiscadas a la delincuencia organizada.

Indicó que el lote será puesto a la venta con el fin de obtener recursos para invertir en la construcción de caminos hacia La Yesca y Guadalupe Ocotán, en Nayarit. López Obrador concluyó ayer su gira de fin de semana en la comunidad de La Yesca, donde habitan nativos wixárikas. “Vamos a empezar con estos caminos y vamos a avanzar todo lo que se pueda.

“Todo lo que se confiscaba a la delincuencia —ya sea a la llamada delincuencia organizada o de cuello blanco—, si ustedes se acuerdan, aparecía en la televisión: las casas, las alhajas, los carros… y ya no se volvía a saber nada de lo que pasaba”, mencionó.

El mandatario federal recordó que la nueva Ley de Extinción de Dominio permite confiscar bienes a la delincuencia y subastarlos de manera inmediata. Gracias a esto se realizan ventas de residencias, ranchos, vehículos y alhajas, entre otros.

“Me acaban de informar —y le agradezco mucho al ciudadano fiscal general, Alejandro Gertz Manero— que nos va a entregar 260 millones de pesos en alhajas que fueron confiscadas. Esos 260 millones [de pesos] van a aumentar, porque esas alhajas se van a poner en subasta”, indicó el Presidente.

López Obrador aseguró que hizo un compromiso con el gobernador de Nayarit, Antonio Echevarría, para que antes de que concluya este año inicie la contratación de la obra para hacer el camino que permita una buena entrada a La Yesca y a Guadalupe Ocotán.

Señaló que hace recorridos vía terrestre en comunidades y municipios porque es la única manera en la que se da cuenta de las condiciones de los caminos. “Para venir a La Yesca hay que transitar por un camino de terracería que está en muy malas condiciones, intransitables, así está todo el territorio”, subrayó.

Recordó que antes de ser Presidente de la República, tuvo más posibilidades de viajar a la Sierra Madre Occidental en avioneta.

Se refirió al trayecto que hizo vía aérea durante su campaña electoral en 2018, el cual difundió en sus redes sociales: “Antes tenía más posibilidades de trasladarme en avioneta, era yo más importante como opositor.

“Me acuerdo del piloto, Guadalupe Rentería, de Tepic. Ahora vengo por tierra”, indicó.

El Titular del Ejecutivo federal expresó su intención de que a los pueblos indígenas de México se les preste mayor atención, que se les escuche y respete.

Acusó que en el país existe un racismo que se esconde.

“Los verdaderos dueños de México son ahora los más pobres, los más marginados, los más ofendidos, humillados, porque todavía, desgraciadamente, sigue habiendo racismo, se esconde en la hipocresía, no se expresa, no se manifiesta, pero sí hay racismo en México”, lamentó el Presidente.

Presumió, incluso, que apuesta a ser el único ciudadano mexicano que conoce los 2 mil 457 municipios que hay en la nación.

“Y los he visitado más de una vez. Ya estoy acostumbrado a andar en caminos de terracería, estoy aflojado en terracería, por eso vengo”, narró el Jefe del Ejecutivo.

López Obrador prometió a los nativos de Nayarit que habrá empleos. Afirmó que el programa Sembrando Vida comenzará a funcionar a partir de enero próximo en la zona de La Yesca.

Serán 12 mil 500 hectáreas, apuntó, para generar 5 mil nuevos empleos en la región.

Se comprometió a que los programas agrarios locales se resolverán por la vía del diálogo.

El reclamo. Damián González Pacheco, autoridad indígena de Guadalupe Ocotán, manifestó la tristeza y el reclamo de los nativos de su comunidad porque el presidente López Obrador no estuvo directamente en el poblado de los wixárika.

“Sentimos tristeza, inconformidad, porque este diálogo no se haya dado directamente en una comunidad indígena”, dijo.

Al mandatario federal, aseguró, se le extendió una invitación para que llegara hasta la zona en la que habitan los pueblos indígenas, algunos de los cuales hicieron hasta 18 horas de camino para llegar al municipio de La Yesca.