Saturday 20 de April del 2024

#Nacionales Acusan a gobernador de Tamaulipas de contratar ex agentes del FBI para espiar a los hijos de AMLO

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La disputa entre Andrés Manuel López Obrador y Francisco Cabeza de Vaca ya es insoportable para los colaboradores de ambos mandatarios. La disputa política es acaso es aspecto más moderado de ese vínculo completamente tóxico. El encono ya tomó un carácter tan personal que los señalamientos mutuos rozan lo inverosímil.

Reveló en exclusiva la primera de las acusaciones graves: desde el entorno de López Obrador afirmaban convencidos que el video de su hermano Pio recibiendo dinero de David León había sido filtrado desde el círculo más íntimo del gobernador Tamaulipeco.

Desde entonces se volvió una cuestión personal. Es de público conocimiento que las causas por lavado de dinero, delincuencia organizada y lavado de dinero incluyeron a toda la familia del gobernador. Hermanos, esposa, suegro, primos e incluso su cuñado “JR”, quien es nada menos que el super-delegado de la 4T en Tamaulipas.

Ahora, con un desafuero por medio, que incluso podría detonar la relación del Presidente con uno de los ministros cercanos a la 4T, Juan Luis González Alcantará Carrancá, surge una nueva acusación, que acaso explique por qué el otro día se le preguntó “plantó” una pregunta clave en las mañaneras: ¿Usaría al aparato de inteligencia para frenar las operaciones golpistas que -según el propio Presidente- tienen apoyo en EU?

Ocurre que el propio Audomaro Martínez -jefe de inteligencia de la 4T- habría acercado al Palacio Nacional información sobre una presunta contratación de ex agentes del FBI por parte de Cabeza de Vaca, estuvo viajando en las últimas semanas por varios destinos de Estados Unidos.

La contratación de estos ex agentes tendría un solo objetivo: investigar al entorno de AMLO, y más específicamente a los hijos del Presidente, empezando por José Ramón, que vive la mayor parte del tiempo en Houston junto a su pareja Carolyn Adams.

El periodista Mario Maldonado publicó en El Universal que López Obrador había desactivado un escándalo a punto de estallar, al reservar para la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas 2.5 hectáreas de terrenos que se encontraban en disputa en la Isla Grande de Holbox, los cuales estuvieron a punto de ser cedidas a una sociedad para la cual su nuera Carolyn Adams labora como cabildera.

“Hay que extremar todos los cuidados al máximo”, le recomendaron al Presidente. José Ramón ya había sido blanco -años atrás- de espionaje cuando le interceptaron una llamada donde hacía averiguaciones para comprar un coqueto departamento en la Colonia Condesa.

Sobre Andy López Beltrán se habría pasado la información de una supuesta amistad que mantiene con dos hombres que integrarían una red de tráfico de combustibles. El dato que circula en Palacio es que este equipo de espionaje ya habría enviado la información al Departamento de Justicia de Estados Unidos, justo cuando la relación de AMLO con Biden atraviesa uno de los momentos más complejos.

El dato que estarían tratando de usar para abrir una carpeta de investigación en los Estados Unidos indicaría que dos hermanos empresarios son “amigos” de Andy López Beltrán, y que estos hermanos estarían al frente de una red de tráfico de combustible, con ganancias superiores al millón de dólares mensuales.

Como ocurre con todos los escándalos vinculados al contrabando, vuelve a aparecer -en la investigación que maneja Cabeza de Vaca- el nombre de Ricardo Peralta, ex titular de la Aduanas que en rigor ahora estaría en la mira de Horacio Duarte. Pero ahí no habría ninguna novedad noticiosa.

Hay un último ingrediente que molesta particularmente: una carpeta con fotografías que estarían reuniendo de Andy en los antros más fifís de la Ciudad de México, donde durante varios años -previo a la asunción de su padre al gobierno- fue un infaltable concurrente.

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