En una columna de El Universal, en la sección “bajo palabra”, se dio a conocer que dos personajes comieron juntos, en la nota dice que “no tiene nada de malo que dos profesionales de la política departan una comida” no tiene nada de malo, pero si esos dos personajes eligen un lugar público, podría ser un error político.

Resulta que cacharon comiendo al ex presidente Felipe Calderón (adversario de López Obrador), además de creador de México Libre; partido que busca su registro y que se las ha visto muy difíciles para lograr sus asambleas. El otro personaje en cuestión es nada más y nada menos que Lorenzo Cordova, sí, el Presidente del Instituto Nacional Electoral.

“Lorenzo Córdova, decidieron compartir las pastas y los cortes de carne en un concurrido restaurante del sur de la ciudad Don Felipe es quizá hoy por hoy el principal opositor real de muchas de las políticas del Presidente Andrés Manuel López Obrador, pues su voz es más escuchada que la de cualquiera de los presidentes de los partidos opositores, y el propio AMLO le ha dedicado mucho tiempo de críticas. Don Lorenzo, un árbitro electoral contra el que la 4T ha emprendido una ofensiva que va desde debilitar financieramente al INE, hasta buscar su cabeza y sacarlo de la presidencia de manera adelantada. Así que se podrá imaginar que la plática en la mesa no fue sobre comida Italo-Argentina, ni de buenos vinos, quizá hubo otro temita de conversación entre ambos políticos. La pregunta
es: ¿Descuido o mensaje?”

Lo interesante del caso, es que luego de las criticas en redes sociales por la “famosa” comida entre el que cuida debería cuidar que no haya fraude en las elecciones y un adversario del Presidente López Obrador, quien busca hacer su propio partido político; esa reunión es un tanto sospechosa. ¿o no?

Así que de inmediato, El Universal sacó una “nota aclaratoria” en la cual explicaban que sí coincidieron en el restaurante, pero que “no cruzaron palabra”

“Nos dicen en el Instituto Nacional Electoral que el consejero presidente Lorenzo Córdova no comió ni cruzó palabra con el expresidente Felipe Calderón en un restaurante del sur de la CDMX, como se comentó en este espacio”.

“Coincidir en un restaurante, sin siquiera intercambiar saludos, es lo opuesto a “compartir las
pastas y la carne”, nos aclaran.

“En un país con normalidad democrática, nos explican en el INE, nada tendría de extraordinario que un encuentro así tuviera lugar. Pero en este caso, no ocurrió y la versión busca contribuir a la crispación de los ánimos con un interés avieso, nos señalan en el instituto”.

¿Les creemos al INE, a Calderón o al Universal? ¿O a ninguno?