Diario, por lo menos eso se dice, el presidente Andrés Manuel López Obrador se despierta, seguramente se da un baño y luego de ingerir un ligero desayuno, se reúne con el gabinete de Seguridad, para que le informen de los trabajos que se realizan en beneficio de la seguridad del país.

¿Qué le informan?, seguramente algo de lo que está sucediendo, pero en la realidad, muy poco se hace por mejorar la seguridad de los mexicanos, no obstante que al inicio de su mandato, se integró como coadyuvante de la seguridad a la Guardia Nacional, organismo que hasta el momento no ha dado muestras de efectividad…
Y contra lo que el mismo López Obrador dijo durante su campaña para ser presidente de México, de no seguir exponiendo al Ejército, ni socavarlo; regresarlo a los cuarteles en la medida que se profesionalizara a la policía.
Ratificó que el Ejército es una institución que debemos cuidar todos y puntualizó, que “su encargo es defender la soberanía nacional”, sin embargo ahora quiere integrar a la Guardia Nacional a las filas del Ejército, mediante un acuerdo.
La Guardia Nacional tiene un carácter constitucional de origen civil y así deberá quedarse, sin embargo López Obrador busca hacer a un lado al Poder Legislativo y no esperar si aprueba su iniciativa de reforma constitucional, para que, la Guardia Nacional, cuerpo creado en esta administración, se incluya en la estructura del Ejército.
Según López Obrador, por acuerdo de la Presidencia la seguridad que tiene que ver con la Guardia Nacional pasa completa, a la Secretaría de la Defensa; la cuestión operativa estará a cargo de la Secretaría de la Defensa, pero aseguró el Presidente que, emitiría un acuerdo para que ya por completo, la Guardia Nacional dependa de la Secretaría de la Defensa y esperar nada más el resultado de la reforma.
El acuerdo lopezobradorista viola el artículo 21 de la Constitución que indica, que la Guardia Nacional es una institución policial de carácter civil, cuya estructura orgánica y de dirección está adscrita a la secretaría del ramo de seguridad pública.

El acuerdo o decreto del presidente en los términos que anunció en su mañanera es abiertamente contrario a la Constitución, porque la Carta Magna marca en su Artículo 21, dos cosas: Una: que la Guardia Nacional es una institución de carácter civil, se puede leer en la Constitución con claridad, y segunda: al mismo tiempo señala que la Guardia Nacional tiene que estar adscrita a la Secretaría de Seguridad Pública”.

Todavía recuerdo claramente la protesta que rindió Andrés Manuel para ser presidente de México, así lo dijo: Honorable Congreso, pueblo de México, protesto guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes que de ella emanen, y desempeñar leal y patrióticamente el cargo de Presidente de la República, que el pueblo me ha conferido de manera democrática, mirando en todo por el bien y la prosperidad de la unión y si así no lo hiciere, que la nación me lo demande.
Al respecto el jurista Raúl Carrancá afirma que “un decreto no puede modificar una norma constitucional”, ya que esto es facultad exclusiva del Poder Legislativo. Reiteró que sólo una reforma constitucional emanada del Congreso, puede hacer un cambio como lo desea el primer mandatario.
El pueblo ya empieza a demandar el respeto a la Carta Magna.