En esta semana, una conocida marca de cerveza tuvo una idea para brillar en el Mundial: cambiar el mentado grito de guerra futbolístico de “eeeeh … ¡p*to!” que tantas broncas y críticas nos ha traído y mejor mandarle un cordial saludito al presidente de Rusia. En su intento por “darle vuelta al grito”, cerveza Victoria dijo porqué no, mejor gritemos Putin —la sílaba tónica es el PU, por cierto—, sirve que le caemos bien a los locales y de paso, honramos al buen Vladimir.
La Embajada de Rusia ya respondió: ni se les ocurra. Bueno, en realidad, fueron un poco más cordiales.
“Considero que eso no es aceptable en nuestro país, no es costumbre de gritar nombres o apellidos de personalidades políticas en nuestros estadios; se puede gritar gol, apoyar a su selección diciendo ‘adelante México’. No estamos tan tontos para no entender que es un juego de palabras”, dijo Eduard R. Malayán, el embajador ruso en nuestro país.
En un evento para promocionar unos nuevos balones conmemorativos, el diplomático bajita la mano recordó que esta puntada puede salirle cara a aquellos valientes que la intenten. Además de las tradicionales sanciones económicas para la Federación Mexicana de Futbol —que sabemos que no está precisamente corta de lana—, Malayán recordó que habrá policías echándole un ojo al comportamiento de los paisanos
“De acuerdo con las normas de nuestro país, quiero mencionar que en los estadios estarán presentes las fuerzas de seguridad rusas, también las de ustedes, lo más importante es que estarán ahí los inspectores de la FIFA y ellos no son tontos, los aficionados deberán respetar las normas (…) Van a un estadio de futbol, no a una manifestación”, dijo el diplomático.
Para el embajador ruso, la conducta ideal de los mexicanos en el mundial es muy sencilla: “Nuestras reglas consisten en que hay que respetar las reglas de instancia en un país civilizado, ustedes viajan por el mundo, respetan las reglas del país y ahí está”.