Los miembros del gabinete que más lucieron en diciembre no fueron los esperados; tampoco los que tropezaron…
Andrés Manuel acapara los reflectores, sin duda. Pero aun con ello, algunos integrantes de su equipo han logrado sobresalir –tanto en lo positivo como en lo negativo- en su primer mes de gobierno.
Y lo más curioso es que algunos casos fueron inesperados.
Por ejemplo, había quienes externaban fuertes dudas de la capacidad política de Olga Sánchez Cordero para conducir la Secretaría de Gobernación (aun y cuando le quitaron áreas importantes con la reorganización de la administración). Sin embargo, la ex ministra de la Suprema Corte fue uno de los integrantes del gabinete que más lució en el arranque de este sexenio.
El momento más importante –una prueba de fuego- fue su actitud en la ceremonia luctuosa para despedir los restos de la gobernadora de Puebla, Martha Erika Alonso y del exgobernador y coordinador de la bancada panista en el Senado, Rafael Moreno Valle.
Temple y discreción fueron sus principales atributos en ese momento ante los gritos de “¡Fuera! ¡Asesinos! ¡Justicia!”, coreados en la Plaza de la Victoria.
Sánchez Cordero añadiría el de la prudencia, al día siguiente, en la conferencia matutina al lado del Presidente de la República (López Obrador sí respondería duramente).
La tragedia poblana ocurrida el 24 de diciembre, impulsó a la vez, de manera pública, a otro personaje: Alejandro Gertz Manero, hoy encargado de la Procuraduría General de la República.
Sus opiniones y apuntes en las conferencias matutinas han sido de primer nivel. Claros y precisos.
Inesperadamente –el favorito inicial era Bernardo Bátiz- podría llegar a convertirse en el primer fiscal general de la República. Se ha ganado la posición en estos días.
Un tercer personaje que se ha hecho sentir -y de manera importante- en múltiples áreas, es Julio Scherer, consejero Jurídico de la Presidencia. Sólo que a él lo intimidan los reflectores. Gusta de las sombras. Y desde ahí se mueve.
Por su escritorio han pasado las principales iniciativas: desde la reorganización de la Administración Pública hasta la Reforma Educativa; y nombramientos claves, como el del nuevo ministro de la Suprema Corte, Juan Luis González Alcántara; y su cabildeo a favor de Arturo Zaldívar Lelo de Larrea para la presidencia del máximo tribunal.
De los que no les fue tan bien, o al menos no lograron lucir en sus primeros 31 días decembrinos, está el coordinador del gabinete: Alfonso Romo. El regio aún no se repone del nocaut que le propinaron con la cancelación del aeropuerto en Texcoco. Con tropiezos poco gratos en su debut, habría que anotar en primerísimo lugar al titular de Educación, Esteban Moctezuma, con el “error en la captura mecanográfica” –suprimiendo ni más ni menos que la autonomía universitaria- en la iniciativa de Reforma Educativa presentada por el Presidente. ¡De antología!
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Martha Anaya / Alhajero / Heraldo de México