En el Valle de México hay seres casi divinos, intocables de la ley, sin ser sancionados o detenidos a pesar de ser parte de la autoría de los altos niveles de contaminación.

Sí, son esos señores, los que se sienten dueños de las calles y hasta del aire que respiramos.

Son los chóferes dueños de los humeantes camiones conocidos como «chimecos», «ecológicos» o «foráneos» que dejan sus huellas o humo negro en el medio ambiente.

Haya o no contingencia ambiental, ellos circulan sin ninguna restricción. Sus humeantes traseros se mueven a lo largo de la avenida Xochiaca, en Nezahualcóyotl o por las autopistas México – Puebla, México – Querétaro y la México – Toluca.

Ninguna patrulla ecológica de la CDMX, del Edoméx o de cualquier municipio los puede detener, a pesar de sus ostentosa contaminación.

Sus chóferes son de lo más influyentes, ni le temen a Claudia Sheinbaum, gobernadora de la CDMX y mucho menos a Alfredo del Mazo (qué para los mexiquenses dejó de existir hace mucho tiempo), ya que cuando son casualmente detenidos por alguna patrulla ecológica, basta que hagan una llamada para comunicarse con sus «padrinos».

Este tipo de transporte público, posiblemente el más contaminante en el Valle de México, goza de una impunidad increíble. Nadie los para.

Un funcionario de ecología de Nezahualcóyotl nos relató que durante la recién pasada contingencia extraordinaria ambiental, se empezó a detener a algunos de los «chimecos» sobre la Avenida Bordo de Xochiaca.

Pero más tardaban en detenerlos que sus chóferes llamar vía telefónica a sus líderes o «padrinos» en la Secretaría de Movilidad en Edoméx, para dejar de ser molestados.

Además, también cuentan con el «halconeo» es decir vigilantes internos que localizan a las patrullas ecológicas y ordenan que se desvíen por otras avenidas.

Lo peor: no pasan por alguna máquina para verificar sus niveles de contaminación.

Sus chóferes dicen que no necesitan pasar por verificación alguna, ya que cuentan con amparos, para estar al margen de la ley, así como las del medio ambiente.

Presumen sus buenas relaciones con funcionarios de la Secretaría de Movilidad del Estado de México para ser intocables.

Estas humeantes chimeneas se pasean por las avenidas de la CDMX o del Edoméx como Juan por su casa, sin temerle a nadie.

Ellos si pueden circular con o sin emergencia, ya que nadie los mete en cintura. Incluso, Claudia Sheinbaum y Alfredo del Mazo, les teme.

Ambos gobernantes mejor optaron, con la Comisión Ambiental de Valle de México, por castigar a los automovilistas con cero o doble cero para que dejen de circular en días de contingencia mayor, que meter a cintura a «las chimeneas» humeantes.

El alcalde de Nezahualcóyotl, Juan Hugo de la Rosa García, es uno de los primeros en sumarse a las tareas de contingencia ambiental, empezando con el cambio de consumo de gasolina a gas de sus vehículos oficiales.

La alcaldesa de Texcoco, Sandra Luz Falcón, también mostró disposición de contribuir a medidas anti contaminación.

Quién más se sumará?

El Edil Miguel Ángel Salomón, del verde ecologista de Amecameca, se suma a la siembra de más de 20 mil árboles en sus zonas boscosas.

Sin embargo, no vemos la voluntad de otros alcaldes del oriente mexiquense en medidas anti contaminantes.

Chalco, Valle de Chalco, Ixtapaluca, Chicoloapan, Ecatepec, entre otros qué harán para luchar contra la contaminación?

Todos debemos de contribuir porqué no somos tan influyentes como los operadores de «las chimenas humeantes».

Fuente :Reporteros en Movimiento