Lo que ocurrió en la mañana del martes con Roma durante el anuncio de los nominados al Oscar es histórico y en gran parte lo es para el cine latinoamericano.

Desde el año 2014, tres mexicanos han reclamado el galardón a Mejor director en los premios de la Academia, comenzando con Alfonso Cuarón en el año 2014, luego con Alejandro González Iñárritu —en dos oportunidades consecutivas— y el año pasado con Guillermo del Toro. Este hecho no suele destacarse lo suficiente entre la prensa especializada de Estados Unidos. Al contrario, es como si a Hollywood le diese vergüenza admitir que los latinos —mexicanos en este caso— son los que le están enseñando a la industria cómo contar sus historias.

Para una película que los críticos han alabado y que al público dividió, en mi caso la declaré la mejor del año, lo que ocurrió en la mañana de este martes con Roma durante el anuncio de los nominados al Oscar es histórico y en gran parte lo es para el cine latinoamericano.

Desde el año 2014, tres mexicanos han reclamado el galardón a Mejor director en los premios de la Academia, comenzando con Alfonso Cuarón en el año 2014, luego con Alejandro González Iñárritu —en dos oportunidades consecutivas— y el año pasado con Guillermo del Toro. Este hecho no suele destacarse lo suficiente entre la prensa especializada de Estados Unidos. Al contrario, es como si a Hollywood le diese vergüenza admitir que los latinos —mexicanos en este caso— son los que le están enseñando a la industria cómo contar sus historias.

Por ese motivo, las diez nominaciones de Roma, incluyendo las de Mejor película y Mejor director para Cuarón, deberían ser hoy el titular obligado de todas las secciones de arte, cultura y entretenimiento en Hollywood. Incluso antes que las otras diez que también obtuvo la cinta británica The Favourite.

Una película hecha fuera de Hollywood
Primero, Roma es una película hecha fuera del sistema de Hollywood y aunque Cuarón ha desarrollado gran parte de su carrera entre Estados Unidos y Europa, la misma se rodó en su natal Ciudad de México, con un gran equipo local y además fue concebida como una historia meramente latinoamericana.

¿Finalmente habrá Mejor Película en español?
Además, solo en nueve ocasiones previas, una cinta en idioma diferente al inglés había logrado entrar al codiciado grupo de candidatas a Mejor película. Sin embargo, ninguna ha salido triunfante hasta el momento y por eso espero que Netflix, distribuidor de Roma, haga una campaña agresiva para garantizarse ese galardón. El de Mejor película extranjera, al que también aspira Roma, está más que asegurado.

Netflix recibe su primera nominación de Mejor Película
Y hablando de Netflix, la compañía de streaming también merece un gran titular al haber recibido este martes su primera nominación en la categoría de Mejor película gracias a “Roma”. En sus manos tenía a una obra maestra que ahora le permite sentarse en la misma mesa de los grandes estudios de Hollywood.

Pero volvamos a Roma y a las múltiples razones por las cuales debe ser el gran titular de la jornada. Se trata de una película intimista, muy personal para su creador y además hablada en español y en lengua mixteca; elementos que la ponían en desventaja frente a títulos más comerciales y hablados en inglés.

Roma en blanco y negro
Roma es además una producción en blanco y negro, de esas que ya casi nadie hace, y aunque en 2012 El artista obtuvo el Oscar a Mejor película, en ese momento se trataba de una historia dedicada a la magia del cine, a Hollywood específicamente.

Las mujeres también hacen historia
Las mujeres de Roma también hacen historia. Por un lado, es la segunda vez que una actriz hispana, de una película no hablada en inglés y haciendo su debut en el cine, logra la nominación a Mejor actriz principal.

En 2005 fue la colombiana Catalina Sandino Moreno (María, llena eres de gracia) y ahora es la joven mexicana Yalitza Aparicio. La productora de Roma, Gabriela Rodriguez, se convierte del mismo modo en la primera mujer hispana en recibir una nominación en la categoría de Mejor película, junto a Cuarón.

Finalmente, Roma ha querido generar un debate sobre el racismo, el clasismo y la desigualdad aún presentes en las sociedades latinoamericanas y por ello también merece una ovación de pie.