Cecilia Romero, integrante de la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México del Partido Acción Nacional (PAN), propuso que la Constitución de la Ciudad de México reconozca al ser humano como nacido desde el momento de la fecundación, con el objetivo de prohibir la interrupción legal del embarazo.
Por su parte, la izquierda en la Asamblea rechazó la iniciativa bajo la razón de que los derechos humanos no son retroactivos y porque la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ya determinó que las reformas al Código Penal para la Ciudad de México no violentan a la Constitución mexicana.
De acuerdo a los representantes de los partidos Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Partido de la Revolución Democrática (PRD) y Movimiento Ciudadano (MC), la iniciativa de Romero parte de un trasfondo religioso.
Cecilia Romero representa la agenda conservadora que se opone al reconocimiento de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres a través de la Asociación Nacional Cívica Femenina que se vincula a Provida y la Unión Nacional de Padres de Familia.