El papa Francisco dijo que el viaje apostólico que realizó a México fue una experiencia de transfiguración en el que el Señor mostró la luz de su gloria a través del cuerpo de su Iglesia y del pueblo santo que vive en esta tierra.

En un discurso pronunciado durante el rezo del Ángelus de este domingo, el papa Francisco alabó la fe franca y robusta de los mexicanos, y comentó:

El Señor nos ha mostrado la luz de su gloria a través del cuerpo de su iglesia, de su pueblo santo que vive en esa tierra; un cuerpo tantas veces herido, un pueblo tantas veces oprimido, despreciado, violado en su dignidad. En efecto, los diversos encuentros que vivimos en México estuvieron llenos de luz, la luz de la fe, que transfigura los rostros y alumbra el camino.

Confesó que los diferentes encuentros vividos en México estuvieron llenos de luz, que transforma los rostros e ilumina el camino.

Y añadió que el “baricentro espiritual” de su viaje tuvo lugar frente al Santuario de la Virgen de Guadalupe y de esta manera calificó su presencia ante la Guadalupana:

Permanecer en silencio delante de la imagen de la Madre era lo que, primero que todo, me proponía, y doy gracias a Dios, que me lo concedió. Contemplé y me dejé mirar de aquella que lleva impresas en sus ojos las miradas de todos sus hijos y recoge los dolores por los actos de violencia, los secuestros, los asesinatos, los atropellos en perjuicio de tanta pobre gente y de tantas mujeres.

Aseguró que el pueblo mexicano tiene como deber custodiar la riqueza de la diversidad, y al mismo tiempo manifestar la armonía de la fe común, una fe franca y robusta.

Subrayó que como sus predecesores lo hicieron, él también vino a confirmar la fe del pueblo mexicano, pero al mismo tiempo a ser confirmado.

Durante su discurso en este segundo domingo de Cuaresma, el Papa también recordó su encuentro con el patriarca de la Iglesia Ortodoxa rusa, Kirill, en La Habana, Cuba, antes de llegar a tierras mexicanas.

Hoy elevamos una oración muy especial para la Santísima Trinidad porque facilitó la reunión en Cuba entre el Pontífice y el Patriarca de toda Rusia, el hermano Kirill.

El Papa también se refirió al respeto que debe haber por la vida, particularmente durante el llamado Jubileo de la Misericordia, e hizo esta petición a favor de la vida

Hago un llamado a la consciencia de los jefes de Gobierno para que establezcan un consenso internacional para abolir la pena de muerte y propongo, a quienes son católicos que hagan un gesto valeroso y ejemplar: ningún preso condenado debería ser ejecutado durante el Año Sagrado de Misericordia de la Iglesia’.

El Pontífice habló desde la ventana del Palacio Apostólico.