Hace unos minutos las redes sociales comenzaron a retumbar luego de una supuesta amenaza de bomba en el vuelo 714 de Volaris, que saldría de la Ciudad de México con destino a Cancún.
De inmediato los cuerpos de emergencia del Aeropuerto Benito Juárez acudieron al auxilio de los pasajeros y así corroborar lo que estaba sucediendo, pero se llevaron una sorpresa.
No fue ISIS, no fue el Chapo Guzmán, fue un pasajero que se encontraba en dicho vuelo, un poco “alterado” y como no le gustó el servicio se bajó.
No sabemos si la comida estaba fea o simplemente se le olvidó apagar los frijoles, pero el hombre corrió por los pasillos, abrió la puerta, activó el tobogán, comenzó a correr y terminó bajando por un ala.
Este es una evidencia de lo sucedido en el vuelo 714, en donde queda claro que no fue una bomba ni mucho menos.
Minutos más tarde la aerolínea confirmó que dicho pasajero había dicho que tenía consigo una bomba: