Pedro, un secuestrador que pedirá perdón a Francisco

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Pedro López Díaz, hace apenas un año que dejó la cárcel y se reincorporó a una actividad laboral

Pedro López, de 38 años,  estuvo preso más de 15 años por el delito de asociación delictuosa al participar en un secuestro; ahora ya cumplió su condena y libre espera poder saludar al Papa Francisco, durante su visita pastoral al Estado de Chihuahua.

Al platicar su emoción y con el deseo ferviente de pedir perdón por el daño que hizo al cometer delitos a las víctimas y sus familias; Pedro estará dentro de un grupo de personas (exreos), que estarán cerca del Papa para poder externar su cariño y perdón.

platicó con el exinterno Pedro López Díaz, sostuvo que los 15 años que estuvo en la cárcel fueron suficientes para reflexionar y comprender el daño que cometió al participar -con otros- en plagios y levantones en Ciudad Juárez y otras regiones.

 PAPAREOS-e1455156243581-700x400Pedro López, de 38 años,  estuvo preso más de 15 años por el delito de asociación delictuosa al participar en un secuestro; ahora ya cumplió su condena y libre espera poder saludar al Papa Francisco, durante su visita pastoral al Estado de Chihuahua.

Al platicar su emoción y con el deseo ferviente de pedir perdón por el daño que hizo al cometer delitos a las víctimas y sus familias; Pedro estará dentro de un grupo de personas (exreos), que estarán cerca del Papa para poder externar su cariño y perdón.

platicó con el exinterno Pedro López Díaz, sostuvo que los 15 años que estuvo en la cárcel fueron suficientes para reflexionar y comprender el daño que cometió al participar -con otros- en plagios y levantones en Ciudad Juárez y otras regiones.

Fui de esas personas que no se tocaban el corazón para dañar o golpear a inocentes para quitarles su dinero-confesó Pedro- poco a poco escaló niveles altos de violencia que se hicieron costumbre.

“El Chacal”, como también le apodaban-dijo- que llegó el momento en que no se tocaba el corazón para cometer plagios-recuerda- que cometió más de cuatro secuestros con el grupo delictivo para el que trabajaba en el estado de Chihuahua.

La vida que llevaba-explica- era de golpes, amenazas, pistola en la mano para arrebatar la vida o vengarse de cuantos se le enfrentaran en su camino. En agosto del año 2 mil fue detenido en un operativo por parte de las fuerzas federales en Chihuahua.

Cumplió su condena en un penal e Ciudad Juárez y aclara -fue suficiente- para comprender todo el daño  que cometí y espera que la vida  y la sociedad le perdonen lo que ha hecho.

Pedro López Díaz, hace apenas un año que se reincorporó a una actividad laboral en su tierra, ahora es empleado de una empresa dedicada a la actividad de carpintería, oficio el cual aprendió el tiempo que estuvo en prisión.

Ahora el que fuera el “Chacal” de Juárez se ha reintegrado a las actividades de la sociedad y pronto espera poder casarse con su pareja “Dolores”, y es más su alegría al poder orar y platicar cuando llegue el momento de saludar en su visita pastoral al Papa Francisco durante su visita a Chihuahua.

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Fui de esas personas que no se tocaban el corazón para dañar o golpear a inocentes para quitarles su dinero-confesó Pedro- poco a poco escaló niveles altos de violencia que se hicieron costumbre.

“El Chacal”, como también le apodaban-dijo- que llegó el momento en que no se tocaba el corazón para cometer plagios-recuerda- que cometió más de cuatro secuestros con el grupo delictivo para el que trabajaba en el estado de Chihuahua.

La vida que llevaba-explica- era de golpes, amenazas, pistola en la mano para arrebatar la vida o vengarse de cuantos se le enfrentaran en su camino. En agosto del año 2 mil fue detenido en un operativo por parte de las fuerzas federales en Chihuahua.

Cumplió su condena en un penal e Ciudad Juárez y aclara -fue suficiente- para comprender todo el daño  que cometí y espera que la vida  y la sociedad le perdonen lo que ha hecho.

Pedro López Díaz, hace apenas un año que se reincorporó a una actividad laboral en su tierra, ahora es empleado de una empresa dedicada a la actividad de carpintería, oficio el cual aprendió el tiempo que estuvo en prisión.

Ahora el que fuera el “Chacal” de Juárez se ha reintegrado a las actividades de la sociedad y pronto espera poder casarse con su pareja “Dolores”, y es más su alegría al poder orar y platicar cuando llegue el momento de saludar en su visita pastoral al Papa Francisco durante su visita a Chihuahua.

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