Las consecuencias que vive Diana Rubí Heredia Sánchez, estudiante de la facultad de Contaduría de la Universidad Autónoma del Estado de México, quien fue arrollada por un camión de la empresa RTP en Tollocan en agosto pasado, aún persisten; la lucha por una indemnización justa contra la empresa del transporte público continúa, la universitaria intentará revertir el fallo de la procuraduría estatal de justicia, el cual exime al chofer que la arrolló y a la empresa para la que trabajaba.

“No desisto de la idea, lucharé por revertir el dictamen, exijo se haga justicia en ese aspecto”, comentó mientras tomaba su bastón para seguir su camino.

Dentro de los aspectos de la batalla legal que libra Diana Rubí, está el peritaje privado, que pagó su familia y donde se incluían testimonios de personas que estuvieron en el lugar, el cual fue desechado por las autoridades inmediatamente.

La universitaria se dice lista para retomar sus estudios, ansiosa por retomar su vida, pero consciente de que su rehabilitación aún no termina, y de los gastos que genera; los cuales son absorbidos por su familia, ya que ninguna autoridad ha obligado a la empresa de transporte público o al chofer que la atropelló a pagarlos.

“Ya me inscribí, aunque todavía me cuesta trabajo caminar, y no aguanto estar de pie por mucho tiempo; el único apoyo externo a mi familia me lo ha brindado la universidad”, sostuvo la estudiante.

En el caso de Diana Segura, otra estudiante atropella también por un camión, semanas antes en el centro de Toluca, y quien perdió su pierna a consecuencia de ello, tampoco ha logrado la indemnización; la cantidad ofrecida por la empresa, no ayudaría a sobre llevar la discapacidad con la que dejaron a la joven.

Seis meses de ocurridos estos incidentes, las empresas responsables aún están enfrascadas en la lucha legal contra las jóvenes, quienes sufren alguna discapacidad y lo único que quieren es continuar sus vidas con calidad.