El filme es un retrato de tres mujeres afectadas por tomar un jarabe para la tos contaminado con dietilenoglicol, que es un producto no apto para el consumo humano, utilizado principalmente como refrigerante industrial.
El director panameño, Miguel González, presenta este domingo: “A la deriva”, película que muestra el calvario de tres mujeres sobrevivientes tras tomar un jarabe envenenado hace una década, en un caso que consternó al país centroamericano.
La producción, de 70 minutos, muestra las vidas de las panameñas Iris Barrera y Briseida Moreno y la española Milagros Rey, después que tomaran un jarabe para la tos que estaba contaminado con dietilenoglicol, un producto de uso industrial no apto para consumo humano al ser una sustancia altamente venenosa que se utiliza principalmente como refrigerante industrial.
Por este caso hay 11 imputados, 400 personas fallecidas y 300 supervivientes, aunque algunas organizaciones elevan el número de fallecidos a 10 mil y el de sobrevivientes a 2 mil, puesto que entre 2004 y 2008 se distribuyeron 240 mil envases con el producto.
El dietilenoglicol se encontraba en nueve toneladas de glicerina enviadas por el grupo chino CNSC Fortune Way Company a la farmacéutica española Rasfer Internacional, que las vendió a la panameña Medicom, que elaboró un jarabe para la tos que fue distribuido de manera gratuita por el seguro.
En la película se percibe el drama y las dificultades de Barrera por educar a sus hijas, dos de las cuales están afectadas también por la ingesta del jarabe, cuyas secuelas sospecha que han mermado la capacidad intelectual de las menores y, por tanto, su futuro se ve condicionado.
Por su parte, Moreno, en silla de ruedas, lucha por volver a ser feliz junto a su marido al que le ha pedido el divorcio porque no puede satisfacerlo sexualmente.
También se puede ver la lucha de Rey, quien nunca había ida al seguro panameño hasta el día que le entregaron el jarabe envenenado, contra la burocracia, para acceder a los innumerables medicamentos que necesita para mantenerse con vida, en medio del luto por la muerte de su esposo.
“El objetivo principal es que las personas puedan identificarse con ellas y con sus historias humanas”, destacó González sobre su primera película.