En medio de la crisis económica y sanitaria que vive el país a consecuencia del covid-19, el alcalde de Cuautitlán Izcalli, Ricardo Núñez en compañía de un sequito de egocéntricos y mal llamados síndicos y regidores, que se pasean de lunes a viernes en horarios laborables en camionetas último modelo por el centro urbano de este municipio, votaron a favor por el aumento a las tarifas de agua potable.
De existir un buen trabajo y un cambio verdadero por OPERAGUA y gobierno municipal; la ciudadanía a pesar de dicha crisis lo podría entender, sin embargo, la falta de dirección, la mala administración y la corrupción visible en venta de agua de este organismo, produce más molestia y aberración por la política izcalliense.
Solamente el regidor representante del partido dinosaurio, Arturo del Moral rechazo la infame propuesta.