El portugués intentó agredir a un asistente de Chelsea que se burló de él tras el gol que selló el 2 a 2 ante Manchester United.
“Es un partido más. Si mi equipo hace un gol, intentaré controlarme y respetar a mis antiguos aficionados y mi antiguo estadio”, había dicho en la semana José Mourinho acerca del encuentro que Manchester United protagonizaría con Chelsea en Stamford Bridge. Este sábado, su equipo hizo dos y él se controló. Pero cuando los suyos recibieron uno, todo estalló: el portugués respondió a una provocación y debió ser controlado por personal de seguridad para no terminar a los golpes en pleno campo de juego.
El partido había levantado temperatura durante la semana, no solo porque encontraría frente a frente a uno de los líderes de la Premier League y a un gigante en crisis, sino por el tormentoso pasado en Stamford Bridge de Mourinho, que llegaba a este encuentro en la cuerda floja por los malos resultados en la temporada y por sus enfrentamientos con algunos de sus jugadores y con dirigentes del club.
José Mourinho, fuera de sí, intenta agredir a un asistente de Chelsea. El personal de seguridad lo contiene. (Foto: Reuters / Dylan Martinez)
En la cancha, el duelo había transcurrido sin mayores sobresaltos. El local se había adelantado con un gol del alemán Antonio Rüdiger en el primer período, pero un doblete del francés Anthony Martial en el complemento había puesto arriba a la visita.
Cuando se jugaba el sexto y último minuto agregado en el complemento, el último centro cayó en el área del United, el palo izquierdo rechazó un cabezazo del brasileño David Luiz, la defensa se durmió, David De Gea consiguió rechazar el segundo intento de Rüdiger, pero en el tercer remate sentenció Ross Barkley.
Gol, festejo y tangana. Porque en la celebración un asistente del cuerpo técnico de Chelsea pasó junto al asiento en el que Mourinho estaba lamentándose y le dijo algo al pasar. El portugués se contuvo, pero a la vuelta alguna otra palabra voló y todo se desmadró: el DT del United saltó como un resorte y se le fue al humo a su adversario ocasional en la boca del túnel.
El personal de seguridad y los suplentes del United, rápidos de reflejos, se lanzaron a la caza de Mou para evitar que el partido terminara en un escándalo aun mayor. Nada parecía suficiente para contener al portugués, que buscaba vendetta. Llegó un par de minutos restablecer el inestable orden en el campo.
José Mourinho saluda a Maurizio Sarri tras el escandaloso final en Stamford Bridge. (Foto: EFE / EPA / FACUNDO ARRIZABALAGA)
El árbitro Mike Dean quería que todo terminara cuanto antes, por lo que decidió no expulsar a Mourinho, reiniciar el juego y terminarlo casi al instante. Con el 2 a 2, Chelsea se fue celebrando por haber salvado su invicto in extremis y Manchester United, masticando bronca por la victoria que se había escapado.
Pero el show de Mourinho no terminó allí. Tras el pitazo final, saludó respetuosamente a su colega, el italiano Maurizio Sarri, y se acercó a la tribuna donde se ubicaban los simpatizantes del United para aplaudirlos.
José Mourinho hace gestos a los simpatizantes de Chelsea. (Foto: EFE / EPA / FACUNDO ARRIZABALAGA)
Luego encaró hacia el túnel. Durante su camino, hizo gestos a los hinchas de Chelsea, a quienes les mostró los dedos índice, mayor y anular de su mano derecha. “Tres aquí”, les decía, mientras señalaba el césped. Hacía referencia a los tres títulos de la Premier League que obtuvo dirigiendo al club londinense: en 2005, 2006 y 2015.
El gol de Barkley no solo derivó en el ofuscamiento de Mourinho, sino que además le impidió llevarse de Stamford Bridge su primera victoria en cuatro intentos como técnico del United.
José Mourinho aplaude a los simpatizantes de Manchester United que llegaron a Londres para ver a su equipo ante Chlesea. (Foto: Reuters / Dylan Martinez)
“No estoy molesto con nada. Sarri fue el primero en venir a pedirme perdón y a decirme que lo arreglaría internamente. Después su asistente se disculpó. Le dije que si lo sentía de verdad, lo aceptaba. Olvídenlo, yo también he cometido errores en mi carrera”, sostuvo Mou tras el partido, tratando de poner paños fríos.
El DT también se manifestó decepcionado por el trato que le ofrecieron los hinchas de Chelsea durante el encuentro. “No creo que haya recibido ese respeto que yo he dado, pero esa no es mi responsabilidad. La reacción de los simpatizantes no depende de mí”, expresó.
Y se mostró muy molesto con la actuación del árbitro Dean, a quien cuestionó por el tiempo adicionado en el segundo tiempo. “Espero que todos los jueces hagan lo mismo que él y den seis minutos. Normalmente cuando yo pierdo no me dan cinco o seis minutos”, se quejó.
(Con información del clarin)