La clave para mejorar tus finanzas personales está en la voluntad. Así como lo lees, primero debes aceptar que tu vida financiera es un desastre, que gastas sin control, que necesitas dirección y toda la disposición para reparar el daño. Porque aún estás a tiempo.
¿List@? La solución es más sencilla de lo que crees, creemos juntos un buen hábito.Enfoquémonos en cuatro puntos para comenzar:
1. Ten absoluto control sobre tus gastos
Para que domines con total maestría tus finanzas, es importante que tengas un amplio conocimiento sobre tus ingresos y consumos. Puedes iniciar diseñando una tabla a mano o en Excel que te ayude a visualizar esta información.
2. Ahorra, Ahorra, Ahorra
Jamás nos cansaremos de decirlo, el ahorro es fundamental para una economía saludable, beneficiando al menos, estos tres niveles:
-Para mitigar alguna crisis: las eventualidades son imprevisibles y siempre demandarán gastos no contemplados. Por eso, es bueno contar con una reserva de dinero, para poder enfrentarlas con tranquilidad.
-Para lograr una meta: porque todos tenemos proyectos a corto, mediano o largo plazo. Un viaje, inscribirte a algún curso o como comprar una casa. Ahorra para planear, para crecer, para alcanzar.
-Para el retiro: ¿ya pensaste en tu YO del futuro? Ha llegado el momento de hacerlo. Desarrolla un plan para vivir sin preocupaciones el resto de tu vida. Busca alguna de las opciones que las instituciones bancarias han creado.
Sigue la estrategia que algunos expertos recomiendan: destina el 50% de tus ingresos a gastos fijos o básicos; 20% para tu caja de ahorro y el 30% restante para tus gastos personales: ropa, salidas con amigos, viajes, etc.
3. Aprende a utilizar tus créditos
Las deudas son casi inevitables, pero los verdaderos problemas se llaman irresponsabilidad e indisciplina. Adquirir créditos es bueno, lo realmente malo está en dejarlos de pagar, porque al hacerlo los adeudos NO desaparecen.
Lo repetiremos las veces que sean necesarias: el crédito es una herramienta alternativa para financiarte. Es un apoyo y NO una extensión de tu sueldo. Deja de gastar lo que NO tienes. Si no sabes cómo usar tu tarjeta de crédito, busca asesoría (con nosotros, claro), investiga, infórmate, edúcate y hazte cargo de tu nueva responsabilidad.
No pagar deudas, crea preocupaciones innecesarias y puede alejarte de tus objetivos. Además, al crecer el grupo de “riesgo”, los bancos se vuelven más exigentes con los requisitos, las aprobaciones de plásticos y los intereses. ¿Ahora te das cuenta por qué a todos nos conviene usar sabiamente un financiamiento?
4. Comienza a pensar en el futuro: Invierte
Porque “el que no arriesga, no gana”. Las inversiones son activos que permiten incrementar tus ganancias para alcanzar un objetivo. Antes de hacerlo es importante tener claro lo siguiente:
- ¿Qué quiero lograr? (Meta)
- Infórmate. ¿Qué instrumentos de inversión existen en México?
- Busca la opción más adecuada para ti.
- Identifica los riesgos.
- Desarrolla el plan y establece un periodo de tiempo (corto-mediano-largo plazo).
Aquí algunos tipos de inversión:
- Inversiones en el campo financiero o de capital.
- Inversiones en el campo inmobiliario, empresarial y de proyectos.
- Inversiones en el campo de la educación personal, y en proyección, cuando se tengan hijos(as) y previsiones para el retiro.
- Inversiones en bienes, que con el tiempo aumentan su valor.
¿Lo tienes? Descubre cómo se mueve el dinero. Deja atrás los miedos y ten control absoluto sobre tus finanzas. Empieza con acciones pequeñas, pero empieza hoy.
