Radiografía de un microbusero

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Todos hemos padecido a estos personajes y suponemos que nadie o sólo una minoría los adora. Bueno, quién sabe porque aquí en el DF y en el estado de México todo es posible. Son los microbuseros, kamikazes al volante de su “unidad” que son una especie única en el mundo.

Al volante

El microbusero clásico no sabe de civilidad ni buenas maneras a la hora de manejar. Se le cierra a los automovilistas, jamás pone sus direccionales, es más, en las noches ni siquiera enciende sus luces porque no funcionan. Este tipo de chofer sube y baja pasaje en segunda y triple fila sin importarle que atrás genere un tráfico mayor. Los claxonazos de los autos le dan risa y como si lo hiciera a propósito, más se tarda en avanzar. Lo mismo si va vacío, en cada esquina se detiene algunos minutos para ver si alguien sale de su casa y quiere abordar su unidad.

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Sus copilotos

Todo microbusero que se respete siempre va acompañado de mínimo dos personas. El “cacharpo”, que es el tipo que va colgado de la puerta, que a veces pasa a cobrar a los usuarios, que desviste a las mujeres con la mirada, les perdona el costo del pasaje y si puede, se las liga. El otro personaje que siempre va al lado del chofer es su “reinita”, su “pioresnada” que va sentada en el asiento de atrás al de él o incluso en el trono de la reina, que es ese espacio por la palanca de velocidades donde también suelen poner las monedas en la llamada marimba.

De las frases

Todo microbusero tiene algunas frases hechas. Sin ellas no serían nada: “Súbale, súbale, hay lugares” (Dicen esto a pesar de que no cabe ni un alfiler más en la unidad). “Favor de hacer doble fila” (Lo piden a pesar de que en su microbús no cabe de pie una persona de 1.50m. ¿Qué otras frases de microbuseros recuerdan?

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De los adornos

El microbusero es un ser especial en el mundo y ello lo refleja en los adornos que le pone a su unidad. Desde el peluche en el retrovisor, al zapatito de su primogénito colgado en uno de los pasamanos. Las calcomanías de “Niños mayores de tres años pagan pasaje aun sentados en las piernas” o las de “Niñas mayores de 18 años NO pagan pasaje sentadas en las piernas del chofer”. A veces le ponen al microbús un tacómetro estilo rápido y furioso. Polarizan los vidrios y no se ve nada, ni el chofer puede ver el camino.

De la música

La diversidad de la música que escuchan los microbuseros es tanta como las rutas que hay en la Ciudad de México. Desde las clásicas salsas y charangas. “Vestida de blanco en la vecindaaaad”. Hasta rock clásico, la K-Buena, el Panda Show, Jenni Rivera, Espinoza Paz y los últimos éxitos de reguetón, música electrónica y hasta rancheras. Todo, absolutamente todo se puede escuchar en los micros. Luego no digan dónde se les pegó la canción que andan tarareando todo el día.

¿Qué otras características tiene todo microbusero que se respete?

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