El alcanfor, remedio muy antiguo y efectivo.
El alcanfor se extrae del árbol Alcanforero Cinnamomum Camphora, originario del continente asiático, y es utilizado con fines medicinales desde hace muchísimo tiempo. Se trata de una sustancia cristalina y blanca y que actualmente se utiliza en varias presentaciones que van desde cremas y jabones hasta aceites y ungüentos. Su sabor es amargo y refrescante, fuerte.
Entre otras cualidades, el alcanfor es muy útil para:
Respiración: Ayuda a aliviar la tos, despejar los bronquios y pulmones, pues su aroma es muy penetrante.
Digestión: Disminuye la hinchazón e inflación estomacal, además mejora la digestión, se debe ingerir en muy pequeñas dosis de bálsamo.
Circulación: Muy recomendable para personas que padecen de várices, se humecta el área afectada con aceite o pomada.
Anti inflamaciones: Alivia los dolores musculares y relaja la masa muscular, igualmente se recomienda frotación en el área afectada.
Anti infecciones: Es muy efectivo para combatir hongos o infecciones de la piel de por medio de pequeñas dosis de pomada.
Anti espasmódico: Relaja los espasmos musculares, así como calambres y contracciones, y se utiliza humectando en forma de aceite, crema o pomada la zona.
El alcanfor es un remedio natural, muy efectivo y económicamente accesible. Como es fuerte se recomiendan pequeñas dosis y evitar el contacto directo con el olor por mucho tiempo; en caso de utilizarlo para males respiratorios puede clocarse una porción en un saquito y traerlo colgando del cuello.
En cambio para contacto con la piel se debe hacer una suave frotación en el área afectada.