A decir de los cubanos, la isla es un país de fiesta donde la música acompaña a todos lados a los caribeños, sin embargo la música ya no es la de La Buena Vista Social Club o Los Van Van. Aunque se siguen escuchando, ahora es música de viejos y el reguetón nacional la ha desplazado.
Aprovechando el trayecto de un taxi colectivo de Santa Clara hacia La Habana, Letra Roja tuvo la oportunidad de conversar con un músico de trova que saldrá de gira por Francia. Aunque la entrevista giró alrededor de la música también se cuestionó la revolución cubana, sus errores y sus aciertos, pero sobre todo la parálisis económica que se está viviendo actualmente.
Yasel Giralt, músico del conjunto de trova Trovuntivitis, afirmó que actualmente la cultura en el país es una porquería donde se privilegian expresiones culturales como el reguetón en detrimento de la música tradicional cubana, como el son, la música campesina o la trova. Sin embargo, crítico sobre los errores y aciertos del modelo económico que se vive en la isla, además de la crisis económica que hay en el país, a consecuencia mayormente de un bloqueo, comprende que se privilegie la música reguetón porque genera dinero y no a otros géneros que fortalezcan la identidad nacional, aunque esto lo moleste y no esté de acuerdo.
Para Yasel el sistema ya no funciona y dejó de funcionar hace muchos años. La isla se encuentra estancada en su economía y no puede continuar así, después de su dependencia de la URSS durante 30 años, donde se desaprovechó la oportunidad de invertir todos los recursos que les facilitaba la Unión Soviética en infraestructura, hoy la isla no tiene con qué producir, por ello todos los costos de los productos son tan altos.
“Fidel fue un grande, además de la revolución y las armas, fue un hombre pensante que vio más allá que cualquiera, un internacionalista que hizo las mejores negociaciones para Cuba, sin embargo se le pasó esto, estuvimos tan atenidos a la URSS, esperando todo gratis y viviendo cómodamente, que cuando dejaron de brindarnos el apoyo, en Cuba no había nada”.
Además “Fidel era un hombre de pensamiento más allá y por eso durante tantos años que estuvo al frente de la isla estuvo bien -en lo que cabe, que tenemos un bloqueo y es real- pero desde que entró su hermano han empezado a ocurrir cambios que son necesarios y urgentes para Cuba”.
“Yo estoy seguro que al país lo dirigen otras personas y no Raúl. El dos, así lo llamamos nosotros -Fidel el uno- sólo es la cara visible del gobierno, pero en realidad los que manejan las cosas son otras personas porque Raúl ya está grande y no tiene la fuerza para mantener todo como se ha mantenido desde que dejó la presidencia el uno”.
Rescata que las cosas buenas que se hicieron en la revolución fueron: la educación, la salud, los derechos humanos y la igualdad entre todos, porque él siendo negro mencionó que sus abuelos antes de la revolución eran discriminados y no tenían los mismos derechos que la población blanca, a partir de la revolución se decretó que todos eran iguales y el racismo prácticamente no existe aquí.
Sin embargo, eso ya está y no se puede seguir en lo mismo, hay que cambiar todo lo que está mal y conseguir que mejore la economía porque los cubanos no pueden seguir así, señaló.
Considera que es necesario que el país se abra hacia el mundo, cosa que ya ha hecho desde los noventa con la entrada del turismo extranjero. Y aunque eso atraerá cosas buenas para el país también atraerá cosas negativas, innegablemente, como más drogas, armas y problemas de seguridad.
Internet también traerá cosas buenas y malas, Internet libre, señala, porque lo que se tiene ahora es una caricatura. Traerá cosas buenas porque se tendrá más acceso a la información y malas porque desde ya las personas se están enajenando con la tecnología, como los niños que aún juegan en las calles pero cada vez más dejan de hacerlo para dedicarse a jugar en los teléfonos móviles. Además se tiene que pensar a qué costo.
Para Yasel la situación está clara, Cuba se tiene que abrir al mundo pero debe cuidar la forma en la que lo hace, tratando de perjudicar lo menos posible a su población.
En cuanto a la música tradicional que hoy tiene problemas de difusión y aceptación entre el público de la isla, él ve un futuro prometedor si se realiza el cambio, ya que como mencionó: “la música tradicional como el son, la trova o la campesina la olvidó el Estado y resurgió gracias al turismo, no hay creaciones nuevas y la música que se toca es la de hace 50 años”.