La presidenta municipal electa de Tenamaxtlán, Jalisco, Yolanda Meza Zepeda y su suplente, Citlalli Rodríguez Estrella, renunciaron al cargo en la primera sesión del ayuntamiento por lo que el síndico Gilberto Pérez Barajas asumió como alcalde.
Ante esto el Tribunal Electoral del estado, el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Jalisco, el Instituto Jalisciense de las Mujeres y la Comisión Estatal de Derechos Humanos, lamentaron esta decisión que vulnera el principio de paridad de género.
En un comunicado, la semana pasada las instituciones que conforman el Observatorio de Participación Política de las Mujeres en el estado, también lamentaron la decisión del Cabildo de nombrar como alcalde suplente a un hombre.
La reforma constitucional de 2014 elevó a rango constitucional la paridad de género en las candidaturas al congreso federal y local, lo que a decir de estas instituciones constituyó un paso sólido y fundamental para hacer valer la igualdad en el ejercicio de los derechos políticos.
Es por ello que el Observatorio hizo un llamado urgente al Poder Legislativo estatal para garantizar que en los cargos de representación popular a nivel municipal permanezcan personas del mismo sexo, así como contemplar disposiciones que respeten la igualdad en la integración de los órganos de representación.
El caso de Jalisco no es el primero. En 2009, 11 mujeres propietarias de una diputación federal renunciaron para dar sus lugares a sus suplentes varones. La solicitud de licencias fue una estrategia para cumplir con la ley al postular mujeres para que una vez que ganaran la elección obligarlas a renunciar.
En 2011 la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación determinó en una sentencia que para garantizar la equidad, todos los suplentes debían ser del mismo sexo que sus propietarios para que en caso de renuncias se conservara la integración de género. En 2014 esta consideración se llevó a la ley electoral.
Sin embargo persisten obstáculos estructurales para que las mujeres ejerzan sus derechos políticos. Ahora, aunque las candidatas titulares y suplentes sean del mismos sexo, ambas son obligadas a renunciar, como sucedió con alrededor de 51 mujeres electas en Chiapas, el mes pasado.