María de Lourdes Díaz Cruz, Lula, dirigente del Movimiento Nacional de Transformación Obrera, dijo que sólo alrededor de 20% de los sindicalizados apoya al ahora exsenador.
Carlos Romero Deschamps, líder del Sindicato Nacional de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) enfrenta el desconocimiento de su liderazgo de una buena parte de sus 150,000 representados.
Los inconformes, agrupados en varias organizaciones disidentes, impugnaron su cuarta reelección en el cargo, así como la de los 36 secretarios generales de las secciones de esa organización sindical que le son leales, de acuerdo con El Economista.
Sergio Carlos Morales Quintana, dirigente del Frente Nacional Petrolero, expuso que el estatuto establece que para renovar las dirigencias sindicales seccionales el sindicato debe emitir una convocatoria y dar 20 días para el registro de las planillas que deseen participar; no obstante, en octubre pasado eso no se respetó porque se emitió la convocatoria, se dio un día para el registro y al siguiente se realizaron las votaciones, con lo cual se garantizó que sólo se registrara una planilla por sección, la apoyada por cada una de las dirigencias anteriores.
Morales Quintana explicó que en ese ejercicio sólo participó alrededor de 40% de los sindicalizados, algunos bajo amenaza. Además, se votó por cédula, lo que evita la secrecía de voto.
“El líder del frente, fundado en 1991 y que a la fecha tiene alrededor de 80,000 trabajadores todo el país, denunció que en ese sindicato no hay democracia y, en cambio, sí hay presiones a los trabajadores, violaciones al estatuto”, dice el diario.
Morales Quintana expresó que Romero Deschamps sólo tiene el apoyo de los 36 comités ejecutivos locales.
Coincidió con María de Lourdes Díaz Cruz, Lula, dirigente del Movimiento Nacional de Transformación Obrera, en que sólo alrededor de 20% de los sindicalizados apoya al ahora exsenador.
Díaz Cruz denunció que en el proceso electoral para renovar las dirigencias seccionales hubo represión y hostigamiento y amenazas que provocaron que algunos trabajadores acudieran a votar a favor de la gente de Romero Deschamps por el miedo a perder su trabajo o ser golpeados.
(Con información de forbes)