Ultrajo a más de 100 niños, gozó de impunidad durante 30 años, el gobierno de San Luis Potosí lo protegió y sigue libre
A mediados de 2014, una noticia estremeció a la iglesia mexicana y el estruendo llegó hasta El Vaticano. Un sacerdote de San Luis Potosí violó a más de 100 niños.
Durante más de 30 años, Eduardo Córdova Bautista gozó de impunidad, sólo las denuncias por abuso sexual en su contra lograron que fuera expulsado del Vaticano, pero aún así, está libre.
El 20 de mayo de 2014, la Procuraduría General de Justicia de la entidad anunció que atraería la investigación del exsacerdote, para ese momento el Vaticano también lo investigaba.
Decenas de víctimas dieron testimonio de los abusos. Aunque no lo cumplió, la Iglesia católica dijo que no encubriría a ningún religioso vinculado con acciones delictivas. Hoy, Córdova Bautista está prófugo.
Según se sabe, el exsacerdote recibió protección de gobiernos estatales, llegó a ocupar cargos de alto de rango en la administración clerical y tuvo funciones ciudadanas en el gobierno de la entidad.
El activista Alberto Athié aseguró que Eduardo Córdova viajó con una comitiva de obispos mexicanos a El Vaticano para asistir a la canonización de Juan Pablo II, y ya no regresó a México. Dicho de otro modo, se habría quedado en el continente europeo porque sabía que era investigado. Se perdió y nadie sabe de él.
A casi dos años de los hechos, otro activista, Martín Faz Mora, dice que “desde los círculos del poder público en San Luis Potosí se protege al sacerdote pederasta Eduardo Córdova Bautista”.
Todo esto, porque no existe una orden de búsqueda internacional del clérigo prófugo de la justicia, a pesar que las autoridades habían indicado que el trámite estaba en proceso. Al parecer, todo fue una mentira.
Violó a más de 100 niños, gozó de impunidad durante 30 años, el gobierno de San Luis Potosí lo protegió y sigue libre.