El pasado 13 de diciembre, Sergio Ángel Soriano cumplió 30 años de edad, está adscrito desde hace nueve años a la Policía Bancaria Industrial de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México y este fin de semana se hizo famoso porque mientras hacía un rondín dentro de una plaza comercial en la zona de Polanco, en la delegación Miguel Hidalgo, se encontró una bolsa con 42 mil 572 pesos y luego de resguardar las pertenencias que incluían otro bolso de mano con credenciales de la propietaria, salieron los uniformados a buscarla y la encontraron para regresarle la cantidad.
Oriundo de Iztapalapa, el agente cuenta con un grado de estudios de nivel secundaria y metió su solicitud para recibir un estímulo y así continuar sus estudios de preparatoria para continuar con su carrera policial, ya que le gustaría ascender a un cargo mayor y transmitir sus valores de responsabilidad, respeto y educación para que se propague aún más el amor por el servicio.
Sergio cuenta a Hoy Estado de México que “así como yo hay muchos policías honrados, pero nadie los conoce y me da orgullo poder representarlos. Lo que yo hice es normal por la educación que recibí en casa y la preparación que tenemos en la academia de policía de la SSPDF, donde nos enseñan protocolos para atender este tipo de incidentes sin que algo se pueda perder, porque todo tiene su dueño”, indica el uniformado.
El uniformado tiene una hermana que desde hace tres años pertenece a la policía auxiliar y asegura que ser policía no es fácil porque se tiene que batallar con los horarios difíciles, no comer bien y soportar estar lejos de la familia. “Ahora mismo no puedo ver a mi novia, quien está en Guerrero de vacaciones”, cuenta.
A pregunta expresa sobre si le hubiera gustado ser reconocido por la mujer a quien le devolvió la bolsa con los fajos de dinero, señala: “es parte de mi trabajo, no lo hice por cobrar extra o para ser gratificado, como mi labor es bonita con eso me doy por bien servido, con un gracias y saber que hice lo correcto como mi madre me educó”.
Enfundado en el uniforme de policía bancario nos cuenta que comenzó su oficio-profesión al vigilar estaciones de policía, en donde más de tres veces se ha tenido que enfrentar a la delincuencia a base de golpes, navajazos y ataques con desarmadores. De hecho, tiene heridas a la altura del abdomen como producto de la lucha cuerpo a cuerpo con delincuentes.
Trabaja de 12 por 24 horas y gana un sueldo de siete mil pesos, ingresos que quiere incrementar con el paso del tiempo con un ascenso, pues no espera un reconocimiento aunque su hazaña, se espera, sea recompensada por parte de la Secretaría de Seguridad Pública capitalina que encabeza Hiram Almeida Estrada.
Con los ojos cansados luego de una dura guardia, producto de una gripe nocturna y la tortura del sol de este medio día, Sergio recomienda que “todos debemos hacer los correcto, que deben ser acciones, no palabras, porque los hechos se dicen solos”.