Con el cambio de horario y la llegada del invierno, el tiempo que pasamos al volante sin luz de sol es mayor, esto ocasiona que tengamos que conducir con las luces encendidas para perfeccionar la visibilidad.
Para no tener problema alguno al conducir durante la noche, un ingeniero de SEAT experto en la iluminación automotriz, explica cómo usar las luces de forma eficaz al conducir:
– Sin miedo a las luces largas o altas
Su uso se limita a vías interurbanas con poca visibilidad, pero muchos conductores no utilizan estas luces por temor a deslumbrar a otro vehículo. Por eso es muy útil el asistente de luz de carretera. Este sistema detecta la presencia de vehículos en ambos sentidos y cambia de largas a cortas automáticamente según las circunstancias, ganando en comodidad y seguridad.
– Completa oscuridad
Así vive la población noruega de Rukan, el lugar del mundo con menos claridad. En zonas como ésta, la luz de cruce es obligatoria las 24 horas. En cambio, en otros países el uso de las cortas se limita a la noche o durante el día en situaciones de poca visibilidad. Por ejemplo, dentro de un túnel o bien con lluvia densa. También se deben emplear si se circula por un carril reversible. En estas situaciones, la opción ‘Automática’ “contribuye a una conducción más cómoda, ya que activa las luces de cruce automáticamente.
– Los LED, más rápidos y seguros
Con la incorporación de esta fuente de luz, no sólo se ahorra en consumo y se gana en confort, sino que también mejora la seguridad. Este tipo de iluminación se parece más a la luz diurna que la que emite una lámpara halógena. También responde 150 milisegundos más rápido que una lámpara de incandescencia. Esto significa que, circulando a 120km/h, el LED de los grupos ópticos de freno se activaría mucho antes antes. Además, están pensados para durar toda la vida del vehículo, sin que sea necesario cambiarlos.
– Las luces antiniebla, ¿cuándo encenderlas?
Un error común es activar las luces antiniebla traseras cuando llueve no es necesario. Sólo se deben encender en una situación de poca visibilidad, con precipitaciones o niebla muy intensas.
Su mal uso puede provocar que deslumbremos a otros conductores. En caso de disponer de antiniebla delanteras, se podrán activar en casos de poca visibilidad, como pueden ser lluvia intensa o muy intensa, niebla, nieve o nubes de polvo o humo. También en carreteras estrechas y con muchas curvas.