Efectivos de todos los rangos han sido sancionados por delitos diversos como insubordinación, deserción, desobediencia e incluso robo.
La justicia militar ha sentenciado a 662 elementos de Ejército Mexicano en lo que va de la presente administración por cargos como abuso de autoridad, insubordinación, deserción, desobediencia e incluso robo.
Según el periódico El Financiero, cadetes, soldados, cabos o sargentos, es decir, militares de bajo rango, acumulan más de 90 por ciento de las sentencias; generales de Brigada, coroneles, tenientes, mayores y capitanes, también han recibido sentencias ejecutoriadas o definitivas.
En la lista hay un general acusado por desobediencia, un coronel y dos tenientes, acusados de abuso de autoridad, así como cuatro mayores, consignados por delitos como insubordinación, faltas al deber y, dos de ellos, por deserción.
Las estadísticas de la Sedena revelan casos de sentencias ejecutoriadas, “es decir, las que no aceptan medio de impugnación alguno, por haberlo hecho valer en el momento procesal oportuno el sentenciado y haberse resuelto lo que en derecho correspondía o al haber prescrito su derecho para interponer recurso alguno”.