Ante el cierre de la mayoría de hoteles y moteles de la Ciudad de México debido a la cuarentena por el COVID 19, quienes se dedican al sexoservicio han tenido que buscar nuevas alternativas para poder trabajar, por lo que ahora «trabajan» en estacionamientos, autos, calles solas e incluso algún lugar medio oculto en la vía pública, los que se han vuelto espacios donde atienden a los clientes.
Aseguran que todo ‘está cuadrado’ por si alguien pide la presencia de la policía o te cachan en alguno de sus rondines, para que no termines en el Ministerio Público, algunos moteles han colocado letrero de que no brindan servicio, pero han dejado habilitada una pequeña puerta para continuar laborando.
“Sobre Eje 4 esta uno abierto, allá atrás en el camión ahí no se ve, por los policías no te preocupes, tenemos trato con ellos, en el coche rojo”, asegura una de las trabajadoras sexuales.
Si bien muchas de estas prácticas son comunes, ahora se han incrementado.