Tras el sismo vivido el martes pasado hay un sentimiento que se ha generalizado en gran parte de la población y no los deja continuar con sus actividades cotidianas: el miedo.

Muchos empleados han denunciado a través de redes sociales su inconformidad con el tener que reanudar sus actividades laborales cuando ellos perciben sus edificios como lugares inseguros. Incluso un grupo de damnificados ha desarrollado un mapa colaborativo que señala más de 170 puntos en la capital donde se trabaja con miedo.

Las personas declaran que ven la fragilidad de las edificaciones y a sus jefes no les preocupa; algunos dicen que si no acuden les van a descontar el día, otros que sus jefes no acreditan la seguridad del inmueble a pesar de que su edificios presentan grietas.

Los empleados se sienten inseguros ante el derrumbe de cerca de 40 construcciones en la Ciudad de México y algunos reviven los recuerdos del terremoto de 1985 y todo sonido desata su pánico.